Fuente: eluniversal.com.mx

En una conversación con mi pareja esta tarde, a propósito de la noticia del adolescente mexicano asesinado en Ciudad Juárez por la Guardia Fronteriza Norteamericana (o la “migra”) salió este concepto, que desconocía. La muerte de Sergio Adrián Hernández se suma a los casos recientes de violencia excesiva en contra de ciudadanos mexicanos, incluyendo la muerte de Anastasio Hernández, quien murió a causa de una golpiza y choques eléctricos propinados por agentes de la mentada institución. La situación en la frontera se vuelve así cada día mas tensa con la aprobación de la llamada “Ley Arizona“, que criminaliza el ser inmigrante indocumentado. Se recomienda discresión al ver estos videos, yo no pude verlos sin estremecerme de indignación.

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Tradicionalmente, se habla de Xenofobia (aversión a los extranjeros) como causa de estos espantosos crímenes, pero poco se habla de las razones por las que la Xenofobia surge en la sociedad. Este concepto, relativamente nuevo, quizás puede explicar algunas aristas de este complejo problema.

“Aunque el término “Aporofobia” todavía no figura en los diccionarios de nuestra lengua, ya aparece utilizado en numerosas publicaciones recientes. Muchas de ellas podemos encontrarlas en Internet con cualquier programa de búsqueda, y al hacerlo podemos constatar que se utiliza este vocablo con el significado que denotan las palabras griegas que lo componen: “áporos”, pobre, sin salidas, escaso de recursos, y “fobia”, temor. De modo que el término “aporofobia” serviría para nombrar un sentimiento difuso, y hasta ahora poco estudiado, de rechazo al pobre, al desamparado, al que carece de salidas, al que carece de medios o de recursos.

Esta novedosa palabra aparece por primera vez en una serie de publicaciones que la filósofa y catedrática Adela Cortina viene realizando desde mediados de la década de los noventa. La profesora Cortina ha propuesto el uso de esta palabra para poder dar nombre a una realidad que hasta ese momento no lo tenía. Porque se habla mucho de la “xenofobia”, que es el rechazo al extranjero, pero no se disponía del término adecuado para referirse la actitud que, a su juicio, es la verdadera clave de muchas conductas indeseables que se producen en nuestras sociedades opulentas del Norte. La verdadera actitud que subyace a muchos comportamientos supuestamente racistas y xenófobos no sería, en realidad, la hostilidad a los extranjeros, o a las personas que pertenecen a una etnia diferente a la mayoritaria, sino la repugnancia y el temor a los pobres, a esas personas que no presentan el “aspecto respetable” de quienes tienen cubiertas sus necesidades básicas. En efecto, “no marginamos al inmigrante si es rico, ni al negro que es jugador de baloncesto, ni al jubilado con patrimonio: a los que marginamos es a los pobres” (Cortina 1996: 70).

La aporofobia consiste, por tanto, en un sentimiento de miedo y en una actitud de rechazo al pobre, al sin medios, al desamparado. Tal sentimiento y tal actitud son adquiridos. La aporofobia se induce, se provoca, se aprende y se difunde a partir de relatos alarmistas y sensacionalistas que relacionan a las personas de escasos recursos con la delincuencia y con una supuesta amenaza a la estabilidad del sistema socioeconómico. Sin embargo, un análisis riguroso de los datos disponibles nos muestra que la mayor parte de la delincuencia, y la más peligrosa, no procede de los sectores pobres de la población, sino de mafias bien organizadas que controlan una inmensa cantidad de recursos. Y resulta tan sarcástico que se considere a los pobres como una amenaza al sistema socioeconómico como lo sería acusar a las víctimas de la violencia de ser los causantes de esa misma violencia.

Fuente: Emilio Martínez Navarro: “Aporofobia”, en: Jesús Conill (coord.): Glosario para una sociedad intercultural, Valencia, Bancaja, 2002, pp. 17-23.

Les invitamos a leer el artículo completo (que puede descargarse en http://www.emiliomartinez.net/pdf/Aporofobia.pdf) y reflexionar al respecto.