Anoche, el hashtag #TonkaTanka fué trending topic a nivel mundial en Twitter. Por un momento, llegó incluso a ser el segundo hashtag más comentado a nivel mundial (para sorpresa de los gringos que nunca cachan de que se tratan nuestros TT). Promediando el rating más bajo entre sus competidores, una vez más Tonka Tomicic parece confirmar el triste destino de los rostros de TVN que emigran a C13 en busca de pastos mas verdes. Citando a uno de los referentes nacionales en este medio,

Lo de Tonka Tanka en trending topics habla de un país mediatizado, altamente permeable a las redes sociales. Es para analizar el fenomeno.

Un brevísimo análisis: pocas cosas concitan tanta pasión en la twitósfera que el trolleo organizado. Y los programas de televisión.

El sentido común indica que, cuando a alguien no le gusta lo que está viendo, cambia de canal. La lógica de la televisón, con el people-meter, las publicidad y el márketing, opera asumiendo que quienes ven un programa, están viéndolo con cierto agrado y que son receptivos a la publicidad incorporada en el mismo. Sin embargo, anoche Tonka Tanka promedió apenas 11,6 puntos (por debajo de sus programa rivales en ese bloque). Si el hashtag fue trending topic, y el programa fue poco visto, la única explicación razonable para conciliar ambos datos es que quienes lo vieron, en una proporción sustancial, odiaron el programa pero se dedicaron a verlo para pelarlo en twitter. Un caso clásico del Síndrome de Statler Waldorf.

En Tercera Cultura, hace tiempo que identificamos y bautizamos el “síndrome”. Esperamos que sea incluido en el DSM-VI. Lo bautizamos en honor a Statler y Waldorf (o Ezequiel y Tadeo en la versión española), esos detestables adorables ancianos que abucheaban, pifiaban y criticaban desde el palco a todos y cada uno de los números artísticos presentados en The Muppets Show, pero que sin embargo, asistían a todos los programas. Internet, sus flamers y sus trolls tienen mucho de eso: el criticar por el gusto de criticar, e insultar por el gusto de insultar. Personalmente, dejé de ver TV compulsivamente hace años (y de hecho, no vi el programa asi que no puedo juzgar si fué malo o no), y cuando algo no me gusta, trato de cambiar el canal. En casi todas las redes sociales pasa que las reacciones de rechazo muchas veces superan las reacciones de apoyo, tema que ya abordé hace algún tiempo. Me atrevería a apostar que esa es la razón por la que Facebook no ha implementado un botón “no me gusta”: los servidores colapsarían!

¿Qué opinan? ¿Porqué todo el mundo pela tanto lo malos que son los programas de televisón, pero no deja de verlos?

Recuerden, la proxima vez que se produzca un fenómeno similar, recuerden usar tambien el hashtag #ChileWantsLocalTrends ^_^