Reconozco sin empacho que soy fan de Peter Singer. Creo que es uno de los filósofos vivos más lúcidos y penetrantes, y que sus aportes a la discusión en filosofía política y en bioética son centrales y no pueden pasarse por alto en cualquier intento serio de abordar estos temas. Incluso reconocemos esa influencia en uno de nuestros primeros posts, la declaración de principios de nuestro proyecto. A propósito de la aún reciente creación de la primera bacteria artificial, apodada “Synthia” (tema sobre el cual nuestro amigo Alexis González ya escribió en nuestro blog), Peter Singer hace una profunda reflexión sobre las implicaciones éticas, económicas, políticas y sociales de este avance científico, que como ya señalamos, probablemente es la noticia de la década.

La vida hecha a pedido

por Peter Singer

Copyright: Project Syndicate, 2010. www.project-syndicate.org

En el siglo XVI, el alquimista Paracelso ofreció una receta para crear un ser viviente a partir de introducir esperma en un “venter equinus” putrefacto. Esto normalmente se traduce como “estiércol de caballo”, pero el latín venter significa abdomen o útero. De modo que ahora los ocultistas sin duda encontrarán gracioso que Craig Venter sea la fuerza motora detrás del equipo de científicos que el mes pasado anunciaron la creación de una forma de vida sintética: una bacteria con un genoma diseñado y creado a partir de sustancias químicas en un laboratorio.

La nueva bacteria, apodada “Synthia”, replica y produce proteínas. Según toda definición razonable, está viva. Si bien es muy similar a la bacteria natural a partir de la cual básicamente se la copió, los creadores introducen fibras distintivas de ADN en su genoma para probar que no es un objeto natural. Estas fibras deletrean, en código, la dirección de un sitio web, los nombres de los investigadores y citas pertinentes, como la de Richard Feynman: “Lo que no puedo crear, no puedo entender”.

Desde hace algunos años, la biología sintética se viene asomando como el próximo gran tema de la bioética. Los científicos en el Instituto J. Craig Venter esperaban escuchar que les dijeran que estaban “jugando a ser Dios”, y no se sintieron defraudaron. Sí, si uno cree que la vida fue creada por Dios, entonces esto es lo más cercano a “jugar a ser Dios” que los seres humanos han llegado, hasta ahora…

Lea el resto del artículo en este link: http://www.project-syndicate.org/commentary/singer63/Spanish

BONUS TRACK: Un artículo crítico en que se explora uno de los aspectos menos publicitados de la noticia: las múltiples patentes comerciales que Venter y cia. se adjudicaron en el proceso. ¿Es lícito “patentar la vida”? Revíselo aquí: http://www.etcgroup.org/upload/publication/pdf_file/ETCNRextrememonopoly11_07.pdf