Hoy se cumplen 120 años del nacimiento de la gran Agatha Christie. Por eso rescatamos este artículo que escribí el año 2001 para el portal Terra. OJO, QUE EL ARTÍCULO CONTIENE SPOILERS. También es una oportunidad para revisitar nuestro episodio especial sobre literatura, titulado al igual que este artículo. Buen provecho!

EL ASESINO ES EL CHOFER: AGATHA CHRISTIE

Una clásica viñeta humorística de Lukas, en esa imperdible página inicial de la Revista del Domingo a principios de los ochenta, mostraba un caballero sacando un libro del estante de “Policiales” en una biblioteca. Del volúmen caía graciosamente un papelito. El caballero lo recogía y en él leía la frase que es el epígrafe de este artículo: “El Asesino es el Chofer”, pobrecito, además de frustrarle la diversión, le estaban mintiendo. Al menos en los libros de Agatha Christie NUNCA el asesino es el chofer.

Agatha Christie escribió 66 novelas policiales más varios libros con cuentos del mismo tenor, otras tantas obras de teatro y seis romances con el seudónimo de Mary Westmacott. Aficionada a la arqueología (su segundo marido lo era, cosa que le llevo a decir: Cásate con un arqueólogo. Cuando más vieja te hagas, más encantadora te encontrará), a los baños de tina (allí era dónde componía sus obras), a la toxicología (devoraba cuanta publicación apareciese acerca del tema), pero, por sobre todo a la sicología; la Christie es sin lugar a dudas la mayor autora policial de la historia y una de las figuras tutelares del subgénero. Ahora que se cumplen 25 años de su desaparición (12 de enero de 1976) es bueno hacer un pequeño repaso de su creación.

En el momento en que la autora comenzó a escribir (a principios de la década del 20) aún estaban en su mayor nivel los relatos de detectives ultra racionales (con Holmes a la cabeza). El escritor de novela policial debía presentar al lector una serie de pistas con las cuales luego de una adecuada relación, se debía llegar a la explicación completa del crimen. De este modo los relatos se presentaban como juegos de ingenio en que el lector o la lectora podía entrar en competencia con el detective mismo. Interesante, pero, también demasiado estructurado: los lectores de novelas policiales debían tener el perfil de hombre, racional, competitivo.

Christie pareció darse cuenta de que ese modelo era bastante limitado y jugó a violar la regla de que el lector debía verlo todo igual que el detective. Eso lo hizo en su segunda novela (que debería considerarse su verdadera opera prima, descontando la menor El Misterioso Caso de Styles) El Asesinato de Roger Acroyd, dónde al final del texto uno se llevaba la desagradable sorpresa de que el asesino era… ¡el narrador! Tal artilugio le valió a la autora una fama merecida e inmediata y desde entonces no se detuvo en una entrega semestral durante las largas décadas que siguieron. Además el truco le sirvió para reduciendo al absurdo el modelo de novela de detectives previo, incorporar otro tipo de elementos.

En la novela de la Christie hay una atención prioritaria a los móviles por sobre el cómo se lleva a cabo el asesinato. Es por eso que Hercules Poirot, el belga detective que hiciera famoso (junto con esa abuelita que era como el alter ego de la autora, Miss Marple) se preocupaba, más que de conseguir pistas, de indagar en la sicología de los sospechosos. Uno de los hilos que siempre seguía era el de las relaciones afectivas de los personajes (cosa que de paso le sirvió para ganar al público femenino), lo que tiene como muestra definitiva el que la frase preferida de Poirot fuera: “busca a la mujer”.

Entre las más logradas obras de Christie habría que contar a: Diez Negritos, Asesinato en el Expreso Oriente, El Asesino de la Guía de Ferrocarriles, Asesinato Anunciado, El Testigo Mudo, Hacia Cero; y, por supuesto, la obra de teatro La Ratonera que con 20.000 presentaciones es la obra record representada continuamente en Inglaterra (en competencia con Cats en Estados Unidos).

Tal y como sus obras policiales se han filmado a la fecha 66 películas basadas en sus relatos (sin contar otras que le deben mucho, como Los Sospechosos de Siempre que ocupa el modelo de criminal narrador que ella inaugurara), además el famoso juego Clue está inspirado directamente en su creación. Lo idearon Anthony Pratt y su esposa, durante la Segunda Guerra Mundial, y fue comercializado desde 1953.

Por último, para seguir profundizando, este es el vínculo a la Página Oficial, buena suerte y cuídese las espaldas.