Una de las muchas noticias de la que se ha hablado en el último tiempo es sobre la Termoeléctrica de Punta Choros, el movimiento ciudadano que se opuso a su construcción, y el “telefonazo” de Belle & Sebastián para funar el proyecto, el que pasó a la carpeta de “cosas que no se van a hacer”. Si bien el movimiento amerita análisis aparte, la situación da el pie para explicar un curioso efecto, descubierto en el seno del movimiento llamado “Filosofía Experimental” o X-Phi. La filosofía experimental consiste en preguntarle a la gente común sobre sus opiniones e intuiciones, en vez de quedarse con las reflexiones hechas por un filósofo en su oficina, o en su bergére al lado de la chimenea… miren, les pongo una conversación hipotética de Mr. Piñera con uno de sus múltiples suches:

Asesor: “Don Seba, mire, le tenimoh un megaproyecto, que nos va a hacer aún más ricos. Nos proponen construir una central eléctrica en Punta de Choros, super eficiente, que va a producir energía baratísima, y nos va a llenar los bolsillos de plata.”

Don Seba: “…excelente” (con acento a lo Sr. Burns)

Asesor: “Además, hay un efecto secundario importante: la central va a destruir de manera sustancial al medio ambiente, empezando por los pingüinos…”

Don Seba: “Mira, me importa un bledo si la central eléctrica va a destruir el ecosistema de la zona. Lo único que quiero es más y más plata, y si la central me genera ingresos, que se construya… la destrucción del medio ambiente me da lo mismo.”

Asesor: “OK, le damos luz verde al proyecto entonces”

Responda con toda sinceridad con un Si o un No a esta pregunta:

Piñera, al autorizar el proyecto, ¿Destruye el medioambiente a propósito?

Piénselo un instante, y anote su respuesta en un papelito…

¿Estamos?

Ya… si usted respondió que SI, está de acuerdo con una porción sustancial (82%) de la población de Chile y del mundo (independiemente de raza, credo, nacionalidad o edad incluso). La mayoría de la gente intuye que en esa situación Piñera destruye el medio ambiente, y a propósito (con premeditación y alevosía).

Ahora… piense en esta otra situación… lea atentamente:

Asesor: “Don Seba, mire, le tenimoh un megaproyecto, que nos va a hacer aún más ricos. Nos proponen construir una central eléctrica en Punta de Choros, super eficiente, que va a producir energía baratísima, y nos va a llenar los bolsillos de plata.”

Don Seba: “…excelente” (con acento a lo Sr. Burns)

Asesor: “Además, hay un efecto secundario importante: la central va a proteger de manera sustancial al medio ambiente, empezando por los pingüinos…”

Don Seba: “Mira, me importa un bledo si la central eléctrica va a proteger el ecosistema de la zona. Lo único que quiero es más y más plata, y si la central me genera ingresos, que se construya… la protección del medio ambiente me da lo mismo.”

Asesor: “OK, le damos luz verde al proyecto entonces”

Responda con toda sinceridad con un Si o un No a esta pregunta:

Piñera, al autorizar el proyecto, ¿Protege el medioambiente a propósito?

Piénselo un instante, y anote su respuesta en un papelito…

Si en el segundo caso respondió que NO, no tiene nada de extraño tampoco: la  mayoría de las personas (77%) responden que la protección del medio ambiente NO es intencional en el segundo caso. La pregunta del millón es: ¿porqué debería influir en nuestra atribución de intenciones el hecho si estas son buenas o malas? ¿Porqué en el primer caso, atribuimos malas intenciones, pero no atribuimos buenas intenciones en el segundo, considerando que es sólo UNA PALABRA, un concepto el que cambia? O en otros términos, procesamos el primer caso como “Piñera es responsable de la destrucción de los pingüinos” pero procesamos el segundo como “Piñera no es responsable de la protección de los pingüinos”.

Se trata de la sorprendente influencia que las valoraciones morales tienen en las atribuciones de intención. Lógica o racionalmente, no debería haber inconsistencia en los dos casos, porque si se fijan, la actitud de Piñera es hipotéticamente la misma: sus únicas intenciones son las de ganar más dinero, sin importarle los efectos secundarios al tomar conocimiento de ellos… En teoría, no debería influir en la atribución de intenciones el hecho que estas sean buenas o malas…

¿Quedó Plop? Joshua Knobe es un titán… quiero ser como él cuando grande ^_^

Infórmese sobre este nuevo movimiento filosófico leyendo su manifesto y visitando su sitio web oficial:

http://pantheon.yale.edu/~jk762/ExperimentalPhilosophy.html

Y su blog:

http://experimentalphilosophy.typepad.com/experimental_philosophy/

Y que ardan los sillones!