Corría el año 2002 y un profesor de física llamado Steve Spangler fue invitado a un programa de televisión en los Estados Unidos para presentar la curiosa reacción que se producía cuando de echaban rápidamente Mentos a una botella de Diet Coke: una erupción.

Para mediados de 2006, como muestra la imagen extraída de KnowYourMeme, los videos “Extreme Diet Coke and Mentos Experiments” se habían viralizado.

A lo largo de los años siguientes fueron innumerables las aparicones del “truco” en programas de televisión, incluyendo al PoPín de Morandé con Compañía. Por la misma fecha, Adam Savage y Jamie Hyneman –los MythBusters– mostraron en pantalla la razón de la fuente:

“Cuando los dulces entran en contacto con el líquido, una reacción provoca la formación de espuma rápidamente. [Los Mythbusters] llegaron a la conclusión de que el benzoato de potasio, aspartamo, y el gas CO2 contenido en la Coca-Cola Diet, en combinación con los ingredientes de los Mentos, todos contribuyen a la formación de la espuma” (Wikipedia).

El géiser ha sido utilizado en innumerables ejercicios escolares y documentado en media docena de papers, que proponen como uno de los componentes clave la estructura de la superficie de las mentas.

Acabamos de encontrar un artículo de Eichler et al (2006), “Mentos and the Scientific Method: A Sweet Combination”, para el Journal of Chemical Education en que los profesores invitan a escolares a elaborar hipótesis sobre el fenómeno y testearlas mediante observación y mediciones, cómo muestra la siguiente tabla de resultados.

Hoy mismo, viernes 20 de enero de 2012, Bruce Alberts, Editor-in-Chief de Science ha publicado una lapidaria editorial en la revista respecto de la enseñanza de la ciencia en las escuelas estadounidenses (“Trivializing Science Education”). En ella, el autor sostiene que:

“Por desgracia, hemos conseguido trivializar y, al mismo tiempo, complicar la educación científica. Como resultado, para demasiados, la ciencia parece un juego de memoria de hechos aburrido e incomprensible; tanto es así que no se puede hacer mucha diferencia si los datos acerca de la ciencia provienen de la tabla periódica o del guión de una película”.

Casos como el de Coke & Mentos parecen abrir nuevos rumbos para la creatividad y la exploración científica escolares.