Una película supera el Test de Bechdel si cumple con tres condiciones:

1.- Debe haber al menos dos mujeres en la película,  y ambas deben tener nombres.

2.- Las mujeres deben hablar entre ellas.

3.- Estas mujeres ¿Hablan de otra cosa que no esté relacionada con hombres?

Rodrigo Moncada, uno de mis mejores amigos, me recomendó vivamente ver (500) Days of Summer. La vi y realmente la amé. Pero algo me pasaba, había algo que no estaba funcionando bien. Revisé lo que se había escrito por los críticos chilenos y en general ellos la odiaron, en general –también– con muy buenos argumentos.

Así que me puse a explorar y una cosa llevó a la otra (una de las maravillas del Internet actual): primero pillé un par de papers que hablaban sobre la “gentrificación urbana en el cine indie” y “las películas de la transición de la adolescencia”. Luego di con un concepto genial, la Manic Pixie Dream Girl (MPDG: chica-rara-pero-cool-y-linda), un concepto que es definido por la creadora del término (Nathan Rabin, 2007) como:

“esa criatura cinematográfica burbujeante y superficial que existe solamente en la febril imaginación de sensibles escritores y directores para enseñar a los jóvenes de almas pensativas a abrazar la vida y sus infinitos misterios y aventuras”.

En AVClub hay un listado de dieciséis películas y personajes que ocupan a la MPDG y que incluyen, entre otras, a Kirsten Dunst en Elizabethtown, Natalie Portman en Garden State, Kate Hudson en Almost Famous  y Audrey Hepburn en Breakfast At Tiffany’s.

Luego llegué al corazón de la crítica que –era necesario– proviene del feminismo. La MPDG es un personaje plano y no evolutivo, que solo se encuentra allí para satisfacer la función de salvar al personaje masculino: casi nunca tiene mundo interior, casi nunca tiene familia, casi nunca tiene otras relaciones que las que guarda con el personaje principal. Su primer ejemplo es la Beatriz de Dante, la MPDG es una “musa”, no una mujer. Esto lo explica de manera soberbia Anita Sarkeesian del blog http://www.feministfrequency.com, un sitio brillante que podríamos llamar de feminismo terceroculturista.

Finalmente llegamos, a través de Anita Sarkeesian (ídola) al concepto nuclear para deconstruir a las mujeres en el cine, el Bechdel Test.

Este test fue creado por Alison Bechdel en su cómic Dykes to Watch Out For y consiste simplemente en hacerse tres preguntas sobre la película que se está viendo:

1.- ¿Hay al menos dos mujeres en la película con nombres propios?

2.- ¿Estas mujeres hablan entre ellas?

3.- ¿Hablan estas mujeres de otra cosa que no esté relacionada con hombres?

Es increíble la cantidad de películas que muchos de nosotros (varones) tenemos entre nuestras favoritas que no pasan a veces ni siquiera la primera de las preguntas. ¿Ejemplos de Bechdel Fail?

  • La trilogía original de Star Wars
  • La trilogía de El Señor de los Anillos
  • Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: Parte II
  • La Red Social

En la página oficial del test se puede ver un listado de centenares de películas y su evaluación, con iconitos, comentarios y demases.