¿No le ha pasado que está soñando y en la mejor parte se despierta y piensa, “diantres, estaba muy bueno?”. ¿Ha intentado volver a dormirse para seguir soñando lo mismo? Bueno, a todos nos ha ocurrido eso alguna vez en la vida. Y en ocasiones tenemos éxito: podemos continuar un sueño como si fuera la secuela de una muy buena película de acción, aventuras o romance hot.

Los psicólogos que investigan la naturaleza de los sueños han creado un concepto para referirse a las experiencias en que somos conscientes de que estamos soñando: los “sueños lúcidos”, que se caracterizan por una alta sensación de control.

REM se reúne

Desde hace medio siglo sabemos que los sueños ocurren fundamentalmente durante una fase de la siesta nocturna conocida como REM (“rapid eye movement”, “movimiento rápido de los ojos”). Durante ella, los ojos de los sujetos se mueven de un lado a otro detrás de los párpados cerrados, como si estuvieran mirando un partido de fútbol. Se sabe también que esta fase cubre alrededor de un cuarto de todo el sueño y tiende a suceder varias veces durante la noche (y más intensamente antes de despertar).

Los “sueños lúcidos” ocurren a veces durante el REM pero otras veces no. Una serie de estudios recientes con electroencefalografía (EEG) y resonancia magnética funcional (fMRI) han sacado a la luz que este tipo de sueños es diferente a los que se producen en el movimiento rápido de los ojos.

Un trabajo publicado por la revista académica “Sleep” en 2009 mostró que los “sueños lúcidos” activaban zonas del cerebro que, mientras estamos despiertos, usamos para movernos (motoras) o sentir el entorno (somatosensoriales). Los soñadores lúcidos experimentan sensaciones similares a las que ocurren durante la vigilia: es como si “estuvieran ahí”. Y además pueden, hasta cierto punto, controlar lo que ocurre en el relato de su sueño.

Puedo controlar mis sueños

La tendencia o moda de estudiar los “sueños lúcidos” llegó a su máxima expresión en el último año, cuando el Max Planck Institute de Munich determinó que este tipo de experiencia se puede controlar. El equipo, comandado por Michael Czisch, reclutó a seis personas que aseguraban ser soñadores lúcidos habituales para realizarles una serie de pruebas de neuroimagen.

Los soñadores lúcidos debían indicar que habían entrado en este estado con una serie de movimientos oculares que los científicos podían detectar; una vez despiertos, debían recordar lo que habían soñado. Y el resultado fue que efectivamente, por ejemplo, cuando decidían mover una mano durante el sueño (algo que habían pactado con los especialistas), se activaban las zonas cerebrales de movimiento, igual que cuando estaban despiertos o contaban que habían soñado eso.

El sicosociólogo Stephen LaBerge viene asegurando desde hace treinta años que tiene un método para poder controlar lo que se sueña, el MILD (“mnemonic induction of lucid dreaming”). Estos son sus pasos sugeridos:

a) Poner el despertador una hora antes de lo que se levanta habitualmente.

b) Despertarse y tratar de recordar lo que estaba soñando con pelos y señales.

c) Tratar de dormirse de nuevo sugestionándose de que estará consciente de su sueño.

Aunque la técnica de LaBerge ha sido fuertemente cuestionada por la comunidad científica, los hallazgos del equipo de Czisch parecen defender en algo su postura, así como la real existencia de los “sueños lúcidos” en un nivel que no existía hace tan solo unos pocos años.

No se pierde nada con probar. Y usted, entonces, ¿qué va a soñar esta noche?

Su verdadero significado

Las librerías están llenas de libros sobre cómo interpretar los sueños, y se venden en cantidades industriales. Muchos de ellos proponen que los sueños nos traen “mensajes” sobre nuestra vida que a menudo están en una clave secreta que podemos aprender a descifrar. Las investigaciones modernas en neurociencia y psicología cognitiva, son bastante más cautas. Como recensionan Thill & Svensson en un paper recién salido del horno (Universidad de Skövde, 2011), en términos biológicos los sueños cumplen la función de simular situaciones de la vida cotidiana. ¿Para qué sirven? Para crear un escenario virtual en el que tengamos que enfrentarnos a eventos novedosos y nos ejercitemos en sus soluciones. Los sueños serían así algo como un juego de video o un reality show personal donde vamos aprendiendo recursos para comportarnos eficientemente durante la vigilia.

¿Qué está soñando mi gato?

Uno ve a su gato o perro durmiendo a pata suelta sobre la alfombra y a veces se pregunta si estará soñando algo, o si su mente simplemente está apagada. Jonathan Winson, del Caltech, resolvió esta importante duda en un artículo de divulgación publicado por “Scientific American” en 1997. La clave es el Ritmo Theta (“theta rhythm”), una onda eléctrica del cerebro que se asocia a movimientos que realizan diversas especies animales. Cuando se examinaban con detención los datos de electroencefalografías en mamíferos como gatos, conejos o ratones, mientras estaban en fase REM aparecía el Ritmo Theta con características similares a sus actividades de predación, aprensión y exploración. Se podía, entonces, apostar que “Sultán” o “Micifuz” estaban soñando que llevaban a cabo dichas acciones.

 

Publicado originalmente en LUN Reportajes, 2012-11-18: Página 1, Página 2.