Publicado originalmente en Facebook, inicios de 2009.

Okey, esta es otra lista más, entre todas las que circulan sobre lo mejor del 2008.

Pero, no es una lista más…

Acá los diez mejores artículos científicos y académicos que leí este año.

10. Early visual brain areas reflect the percept of an ambiguous scene (Parkkonen et al 2008)

Una de las cosas más curiosas que nos ocurren cuando vemos imágenes ambiguas como el famoso dibujo de Rubin (http://www.mi.sanu.ac.yu/vismath/jadrbookhtml/921.jpg) es la alternancia caótica que percibimos entre las dos interpretaciones posibles del mismo: un vaso y un par de rostros. Parkkonen et al (2008) han hecho un experimento con MEG (magnetoencefalografía, un sistema de neuroimagen que posee más resolución temporal que el fMRI –resonancia magnética funcional- y más resolución espacial que el EEG –electroencefalograma- ¡¡¡YO QUIERO UN MEG!!!) para determinar qué es lo que pasa en el cerebro cuando compiten las dos interpretaciones, y han concluido que la actividad en las areas visuales corticales primarias (V1, BA 17) varía de acuerdo con el reporte que realizan los sujetos respecto de su percepción. Vale decir, ya en los niveles iniciales del procesamiento cerebral de la imagen ocurren las ambigüedades. Los autores sostienen que esto se debe a influencias top-down. Un poroto nuevamente, entonces, para David Marr (1982).

09. Dancing machines: ‘Dance Dance Revolution’, cybernetic dance, and musical taste (Demers 2006)

De acuerdo, este no es del 2008. La causa: el maldito “embargo” de ProQuest sobre los artículos de Popular Music (Cambridge). Solo podemos leer los textos después de dos años de publicados.

Como sabemos el DDR (Dance Dance Revolution, Konami, 1998 http://es.wikipedia.org/wiki/Dance_Dance_Revolution) es uno de los juegos de arcade más populares de la década. Demers (2006) sostiene que la popularidad del juego se debe, en parte, al mercadeo de los soudtracks del juego y a la formación de una comunidad global alrededor del mismo en algo que denomina “sentimiento subcultural, foco multinacional”.

08. Lateralization of categorical perception of color changes with color term acquisition (Franklin et al 2008)

Este artículo es como la continucación del que estuvo en el lugar 9 de mi lista del 2006. Respecto de aquel decía: “En 1969 Brent Berlin y Paul Kay destrozaron la teoría del determinismo lingüístico. Esta teoría proponía que las lenguas se organizan en relación con la realidad arbitrariamente, y que influyen en la manera en que percibimos el mundo. ¿Quién no ha escuchado hablar acerca de los cien colores blancos de los esquimales, o el que algunos pueblos célticos solo tienen un nombre para los colores verde y azul, y por eso se ven afectados por una extraña especie de daltonismo influenciado por la lengua que hablan? El estudio de Berlin & Kay (1969) analizaba docenas de lenguas y llegaba a una extraordinaria conclusión: los colores básicos, esto es, palabras de color que no están asociadas a cosas (cómo azul, no asociado; versus salmón, asociado), se organizan de una y la misma manera en todas las lenguas. Si una lengua tiene solo dos nombres de colores básicos, estos son blanco y negro (no hay ninguna lengua que no tenga al menos estos dos), si tiene una tercera palabra, esta es rojo, si una cuarta, se elige entre verde y azul, si una quinta, se selecciona entre verde y azul el que no fue seleccionado anteriormente, etc. En años posteriores se hicieron estudios similares con la categorización humana del mundo vegetal y animal, con las emociones, etc. Sin embargo, este año el mismo Kay, junto con Terry Regier, reconocen que la cosa no es tan simple. Investigaciones de los últimos años permiten defender un cierto tipo de relativismo lingüístico, esto es: a) las palabras que determinan colores no se organizan arbitrariamente, pero b) las palabras sí parecen influir sobre la percepción”.

En el artículo de este año Franklin et al (2008, que incluye, por cierto, a Kay y a Regier) muestran que la Percepción Categorial (PC, la capacidad de discriminar dos colores, como rojo y azul) se halla lateralizada (en los adultos la tarea se realiza con el hemisferio izquierdo, y en los niños en el derecho), pero que esa lateralización se debe al lenguaje: cuando un niño o niña aprende el nombre de un nuevo color, la PC la empieza a realizar con el hemisferio izquierdo (o lingüístico). El artículo se entronca en una tradición muy de esta década (aunque iniciada por la “reina del Polo Oeste”, Liz Bates), la idea de que no todo viene diseñado en el cerebro en la línea innatista extrema, sino que este es influenciado por el medio, por el lenguaje y por la cultura.

07. Numerical thought with and without words: Evidence from indigenous Australian children (Butterworth 2008)

El debate acerca de la percepción de los números está en su punto más alto. Desde que Daniel Everett (más conocido como “el aguafiestas” http://www.llc.ilstu.edu/dlevere/, http://www.newyorker.com/reporting/2007/04/16/070416fa_fact_colapinto) publicara que los piraha del Amazonas no podían aprender el sistema básico de numeración debido a las características de la lengua que hablaban, se han sucedido artículos referidos a hablantes de diversas lenguas carentes de numeración para determinar si los números son cognitivos innatos (como viene sosteniendo Wynn desde los ochentas con sus famosos experimentos con los Mickey Mouse de peluche) o culturales. En el artículo de Butterworth (2008) en que se trabaja con lenguas originarias de Australia se sostiene que hablantes infantiles de esas lenguas y del inglés poseen igualmente conceptos acerca de números enteros. Creo que viene necesitándose de un metaanálisis, pues, como dice mi amigo Scott: “siempre hay que tener cuidado con los hallazgos sobre cognición a partir del estudio de las lenguas originarias, porque muchas veces los investigadores son los únicos que entienden en el mundo académico, dichas lenguas y pueden sacar conclusiones apresuradas, tal como ocurrió durante el dominio del modelo de Sapir-Whorf”.

06. The domestic dog: a forgotten star rising again (Kaminski 2008)

Esta es una reseña del libro “Dog Behaviour, Evolution and Cognition” (Miklosi 2007) en que se desarrolla la cognición de los perros y su adaptación a la cultura humana, desde, como ya se sabe hace algunos lustros, su increíble capacidad de categorización a partir de las palabras humanas (algunos perros son capaces de reconocer varios centenares de objetos por sus nombres) y su elevado desarrollo de la cognición social con los humanos con los que interactúan.

05. Parts, Wholes, and Context in Reading: A Triple Dissociation (Pelli & Tillman 2007)

Aunque es del 2007, lo leí en 2008. Y es de PLoS que, a mi juicio, es el futuro de la ciencia.

El reconocimiento de las palabras es un debate grave en la psicolingüística y, más, en la enseñanza de la lectura, desde que Ken Goodman (1967) planteara que las palabras se “adivinaban” reconocidas como un todo y no por sus letras constituyentes. Pelli & Tillman prueban tres modelos: a) el de reconocimiento por letra, b) el de reconocimiento por silueta, y c) el reconocimiento por contexto; bloqueando ingeniosamente cada uno de ellos. Para bloquear las letras, cambian letras por otras (en vez de escribir “this” escriben “tbis”); la silueta la bloquean con alternancia de mayúsculas y minúsculas (“this” se escribe como “tHIs”); el contexto lo bloquean cambiando el orden de las palabras (“contribute others. the of Reading measured”, scrambled). Concluyen que para reconocer una palabra la mayor información la aportan las letras (cerca de un 60%) y la silueta y el contexto aportan un 20% cada una. Otro artículo en la misma línea es el de Carreiras et al (2007) con el ingenioso (y leet/1337) título: “READING WORDS, NUMB3R5 and $YMßOL$”.

04. Thinking While Talking (Newton & de Villiers 2007)

Otro del 2007 leído el 2008, sobre uno de los temas que abordé en mi tesis de licenciatura. Trata de las “creencias falsas”.

El modelo de las creencias falsas se utilizó en experimientos acerca del autismo en los ochenta, y su versión más conocida es la de Sally y Ana: “Se ocupan dos muñecas (Sally y Ana), la primera tiene una cesta y la segunda una caja. Sally tiene una bolita que guarda en su cesta, para luego salir de escena. Cuando ello sucede, Ana saca la bolita de la cesta de Sally y la esconde en su caja. Sally vuelve y se hace entonces la pregunta: ¿Dónde va a buscar Sally su bolita?” (Frith, 1994: 220-223). Los participantes del experimento eran sujetos normales, con síndrome de Down y autistas, todos con edades mentales superiores a los cuatro años. Mientras los miembros de los dos primeros grupos contestaron: “En la cesta”; los autistas respondieron mayoritariamente: “En la caja”. No eran capaces de representarse la representación errónea de Sally, en vez de ello, asumían que su propio conocimiento correspondía al de la muñeca. Se supone que la capacidad para asignar estados mentales diferentes de los propios es una de las habilidades de cognición más importantes, denominada Teoría de la Mente (ToM por sus siglas en inglés) y es una habilidad que adquieren los sujetos humanos que no padecen de autismo a partir de los cuatro años de edad.

Bueno, el asunto es que Newton & de Villiers (2007) replican un experimento similar con adultos que observaban un video de creencia falsa mientras los hacían escuchar una cinta de audio con una conversación. ¡¡¡El 60% de los sujetos adultos falló en la prueba!!! La conclusión es muy importante: la Teoría de la Mente depende del lenguaje, algo que debe de estar haciendo saltar en una pata a Alan Leslie, Simon Baron-Cohen y Michael Tomasello, quienes desde hace más de una década vienen sosteniendo justamente esto.

03. Categorization in the wild (Glushko et al 2008)

Los miembros de este grupo de investigadores son como una “superbanda” del Rock Progresivo: Glushko es acompañado por Paul Maglio (que fue junto con David Kirsh en los noventas el principal teórico del procesamiento cognitivo del Tetris – Pázhitnov, 1985) y por Lawrence Barsalou (el autor del renombradísimo paper “Perceptual symbol systems”, BBS, 1999). Además de ello, el título del artículo es un homenaje al libro de Edwin Hutchins, “Cognition in the wild” (1995) que es sindicado como el origen de la tercera generación de la ciencia cognitiva. El contenido del artículo es sencillo y penetrante, hay tres tipos de categorías, las individuales (que son las más estudiadas desde Rosch en adelante, cf. Lawrence & Margolis 1999), las institucionales y las culturales. Un paso enorme en la búsqueda del campo unificado entre cognición y cultura.

02. The emergence of grammar: Systematic structure in a new language (Sandler et al 2005)

Este sí que es viejo, pero, tengo que hablar de él.

Como bien sabemos: “Luego de la revolución sandinista de 1979, el gobierno nicaragüense matriculó a cientos de estudiantes sordos en dos escuelas de Managua. Inicialmente se intentó la utilización de dactilología con signos elementales para presentar los caracteres de los lenguajes hablados, lo que resultó en un completo fracaso, ya que la mayoría de los alumnos no podían aprender el concepto palabra, al no haber estado nunca expuestos a la lengua oral ni a la escrita. Por consiguiente, los niños y los docentes estaban desconectados lingüísticamente. Inicialmente, los estudiantes solo podían usar signos gestuales algo rudimentarios, utilizados en el seno de sus propias familias, pero una vez que se los reunió, comenzaron a crear entre ellos de forma independiente un lenguaje propio. Mientras que a los maestros sin experiencia les resultaba difícil entender a sus alumnos, éstos se comunicaban entre sí sin ningún problema. En unas pocas décadas había nacido un lenguaje maduro con su propias reglas y gramática. Los funcionarios sandinistas solicitaron el apoyo de académicos internacionales que finalmente decodificaron la creación de los niños” (WIKIPEDIA).

El New York Times tituló un artículo sobre el tema “A linguistic Big Bang” (http://www.nytimes.com/library/magazine/home/19991024mag-sign-language.html).

Ahora, Sandler et al (2005) reportan un nuevo grupo con un lenguaje de señas emergente, el Al-Sayyid Bedouin Sign Language que se diferencia de todos los estudiados anteriormente, por ser un sistema hablado por miembros sordos y no sordos de una comunidad en el sur de Israel (tal como ocurrió en la muy massachusettsiana isla de Martha’s Vinyard en el siglo XIX que nunca se estudió). Este descubrimiento puede ser incluso más importante que el de Nicaragua justamente por este asunto. Un clavo más en el ataúd de la orientación “oralista” respecto de la sordera (la idea de los años sesentas de que las personas sordas debían aprender a “leer los labios” y no a comunicarse con sistemas de señas).

01. Visual Image Reconstruction from Human Brain Activity using a Combination of Multiscale Local Image Decoders (Miyawaki et al 2008)

Y llegamos al primero. Creo que este debe ser uno de los hallazgos de la década. El equipo de Miyawaki (compuesto, entre otros, por científicos del National Institute of Information and Communications Technology y el ATR Computational Neuroscience Laboratories, ambos de Kyoto) fue capaz de reconstruir las imágenes visuales percibidas por sujetos expuestos a fMRI ¡¡¡¡¡sólo a partir de los registros de actividad encefálica!!!!! En palabras sencillas: el fMRI reporta cierta actividad en el cerebro, el reporte se envía a un programa, y el programa es capaz de reproducir la imagen que la persona está viendo. ¡Es como interceptar las señales del cerebro! Por supuesto que este primer trabajo es bastante rudimentario: se usaron imágenes sumamente sencillas, mostradas una a la vez, sin mucha dinámica. Pero, en la medida en que se disponga computadores más poderosos, en un futuro no muy lejano (luego de este enorme avance) se podrá saber qué está pensando una persona solo usando el fMRI. Philip Kindred Dick no andaba tan perdido.