Este libro debo reconocer que no lo habría leído de no ser por el encarguito que me hicieron los amigos de Tercera Cultura (^_^)! Lo tomé y rápidamente me fui a buscar los temas que me interesan desde mi formación inicial y profesional: Autismo, Síndrome de Asperger y Trastornos Generalizados del Desarrollo. Pero no me voy a adelantar ni spoilear, prefiero dar una reseña paso a paso.

El libro comienza con un capítulo que es una pregunta: ¿Qué hace a los humanos especiales?

La respuesta comienza con un recorrido por las características (que se creían específicamente humanas) pero que compartimos con otras especies, por ejemplo:

  • Comprensión y uso de sintaxis en delfines.
  • Manejo de aritmética con loros y simios.
  • Uso de herramientas con simios.
  • Teoría de la mente, compartida con los chimpancés (en realidad, con otros como algunos cánidos y córvidos, aunque esto no lo plantea el autor, sino que otro autor, Tomasello N. del A.)

Previc plantea que la distinción de nuestra especie no está en las capacidades, sino que en tres rasgos del uso de ellas: la independencia del contexto, la generatividad y el grado de abstracción. La primera tiene que ver con la flexibidad y adaptabilidad de las capacidades, lo que nos permite de alguna forma la segunda, es decir, originar y crear nuevas aplicaciones posiblemente incontables para no solo el lenguaje (tema que ya trató Chomsky), sino que cualquier forma de output. La tercera, ya desarrollada por Bickerton y otros tiene que ver con el desplazamiento de la actividad mental y también ligada a la falta de necesidad de estar ligada la experiencia a un contexto, o ‘aquí-y-ahora’.

El autor posteriormente desarrolla la idea de que existen múltiples mitos en torno a los orígenes de la conducta humana. Comenzando con un intento de derribar el mito de que la inteligencia humana, refiriendo que las habilidades intelectuales no han sido debidas a selección genética. Esto con argumentos bastante sólidos, por ejemplo que algunas alteraciones genéticas (como algunos tipos de síndromes no se transmiten de padres a hijos pero permanecen en la epidemiología, incluso algunos aumentando con el tiempo), así como que hay evidencia en contra de los postulados de la genética como causa del desarrollo cultural y en última instancia, cognitivo de la especie humana (años de evolución de la especie, cantidad de genes-basura y comparación con la cantidad de genes compartidos con especies cercanas como los chimpancés). Menciona también el tema del gen FoxP2 (vinculado con el desarrollo/alteración del lenguaje), los hallazgos en otras especies e incluso en neandertales, pero eso ya fue tocado en un capítulo del podcast, así que no redundaré en ello ^_^.

El segundo mito que derriba Previc, es el relacionado con que el tamaño del cerebro nos hace más inteligentes. Sobre lo mismo, exhibe como prueba, por ejemplo la gran inteligencia que pueden demostrar aves con cerebros muy pequeños, como los loros, (o los cuervos) por sobre otras como las gallinas; o en la especie humana, lo que ocurre con personas afectadas de microcefalia (con cerebros pequeños) que suelen conservar gran parte de sus capacidades cognitivas comparándolas con personas con síndrome de Down, que tienen tamaños cerebrales normales, pero gran afección de su inteligencia. De la misma forma argumenta que la creencia en torno a la función o efecto que podría presentar sobre la inteligencia tanto el grosor de la corteza cerebral como el desarrollo de una mayor corteza prefrontal. Las razones que sustentan van por el lado de las evidencias de sujetos con ablaciones tempranas de grandes porciones de esta corteza, personas que presentan hidrocefalia (acumulación de líquidos en las cisternas cerebrales), o incluso personas con desórdenes metabólicos (como la fenilketonuria), donde a nivel macro y microscópico el cerebro estaría relativamente intacto, pero una alteración en el procesamiento químico de una molécula (un aminoácido, en realidad) produce efectos devastadores sobre la inteligencia.

Con todo esto de fondo, Previc sugiere que hay una visión alternativa a los mitos que se han derribado previamente. Par a ello, dice que la ‘piedra Rosetta’ para desentrañar este misterio estaría en las diferencias interhemisféricas.

Entre ellas se cuentan:

Diferencias anatómicas, de tamaño, algunas de forma. No obstante, estas no podrían dar cuenta de su diferenciación funcional.

Diferencias neuroquímicas: Los neurotransmisores más lateralizados son cuatro: dopamina, norepinefrina, serotinina y acetilcolina. Cito textualmente: “Es generalmente aceptado que la dopamine y acetilcolina presominan en el hemisferio izquierdo y que la norepinefrina y serotonina en el derecho. Los últimos dos están involucrados en gran medida en la alerta, lo que explica el que el hemisferio derecho esté generalmente más implicado en el procesamiento emocional. Entonces, eso deja a la dopamina y la acetilcolina como los dos candidatos más probables para comprender por qué el hemisferio izquierdo de los humanos ha evolucionado un intelecto tan avanzado…”. Los argumentos a favor del rol de la dopamina (por sobre la acetilcolina) serían:

  1. La dopamina está altamente concentrada en especies con altos niveles de inteligencia
  2. Sólo la dopamina se ha extendido durante la evolución homínida
  3. La dopamina es especialmente encontrada en la corteza prefrontal, la región más importante en los procesos de razonamiento, matemáticas y planeamiento.

Uno de los datos más llamativos que se mencionan tiene que ver con el hecho de que la corteza prefrontal recluta a otras regiones cuando se deben realizar operaciones complejas y que precisamente las vías dopaminérgicas son aquellas que tendrían esta misión.

El otro, que es especialmente interesante tiene que ver con que las alteraciones que implican desbalances en la producción/de gradación/recaptación de dopamina son aquellos en los que los procesos cognitivos se ven más alterados: Alzheimer, Huntington, hipotiroidismo, manías, Parkinson, Fenilketonuria, Esquizofrenia, Tourette, entre otros.

El aumento filogenético de la dopamina durante la evolución de la especie se puede deber a varios factores, entre los que se encuentran adaptaciones fisiológicas a ambientes térmicamente estresantes; aumento de consumo de carne y mariscos; presiones demográficas más competitivas; cambio a la bipedestación; y el más interesante: incrementos significativos en el valor de rasgos adaptativos dopaminérgicos, como logro de metas, conquistas, agresión y masculinidad que comenzaron con las sociedades de finales del neolítico.

Previc hace un análisis de la estructura relativamente simple de la dopamina, diferenciándose de la norepinefrina (noradrenalina) en solo un átomo de oxígeno, pero dejando en claro que esta estructura simple no necesariamente se relaciona con sus funciones a nivel cerebral, sino que tiene que ver más bien con el tipo de receptor encargado de captarla a nivel de membrana postsináptica.

El tema, en esencia, es por una parte, la cadena metabólica que sigue el neurotransmisor y por otra, a nivel cerebral, las vías que están mediadas por él.

El sistema dopaminérgico, cuando se daña, produce alteraciones no solo a nivel motor (como las dificultades propias del Parkinson), sino que también, en el aspecto cognitivo. Dentro de estas, se pueden mencionar: alteraciones en planeo, en la temporización y cambio de conductas; dificultades en atención a estímulos, en el desempeño de acciones voluntarias, en memoria de trabajo, conductas relacionadas con las recompensas y de orientación, así como las conductas de regulación emocional (por sus conexiones con la amígdala); aparición de alucinaciones, entre muchas otras.

Dentro de las funciones no cognitivas (por llamarlas de una forma sencilla) que tendría la dopamina se encuentra:

  1. Participa en la regulación de la temperatura corporal, especialmente por medio de la sudoración.
  2. Reducción de la respiración en casos de hipoxia.
  3. Aumenta la vasodilatación periférica, especialmente relevante el tema de la erección masculina.
  4. Reducción de la presión sanguínea.

En relación con la conducta general, la dopamina tendría funciones de:

  1. Conducta de búsqueda más que de acicalamiento social (conductas para lograr aceptación social), en las que participa principalmente la oxitocina.
  2. Conducta anticipatoria más que consumatoria.
  3. Actividad sexual más que de alimentación
  4. Conducta sexual masculina activa más que receptiva
  5. Movimientos oculares sacádicos (rápidos) más que de búsqueda suave

Los circuitos dopaminérgicos tendrían una especial relación con conductas de orientación espacial, exploración del espacio y orientación a estímulos salientes, a lo que se llama espacio extrapersonal (el espacio que no está mediado socialmente) que es más distante que el normalmente orientado a conductas sociales.

En forma análoga, el que participe en la conducta orientada a estímulos distantes en el espacio, se relaciona con la búsqueda de metas en el tiempo distante. Las conductas orientadas a lograr metas próximas, están vinculadas con el sistema de recompensas inmediatas, por lo que estaría (la dopamina) relacionada con el posponer la gratificación inmediata para cumplir metas posteriores. DE esta forma, el sujeto con un sistema dopaminérgico funcionando correctamente, puede plantearse (por no decir representar) metas a largo plazo, funcionando en torno a la formulación de planes y organización de esquemas de acción para su consecución.

En resumen, todas las funciones que se han enunciado, estarían directa y estrechamente relacionadas con el constructo al que llamamos inteligencia, por sus funciones en la representación abstracta, memoria de trabajo, flexibilidad cognitiva y funciones ejecutivas necesarias para la resolución de problemas.

En relación con los aspectos emocionales, Previc menciona la existencia de vías dopaminérgicas encargadas de múltiples funciones : La lateral y la ventro medial:

Lateral Ventromedial
Asociada con el sistema focal extrapersonal Asociada con el sistema de acción extrapersonal
Orientada al futuro (predicción de eventos) Orientada al futuro (Exploración)
Orientada a metas distales (estratégica) Orientada a metas distales (impulso inicial)
Racional (abstracta) Creativa
Enfocada, controlada Hiperactiva, impulsiva
No emocional Puede mediar emociones como la euforia y la agresión

En la medida que una persona tenga una preponderancia de estos sistemas, se podría hablar de rasgos de personalidad altamente dopaminérgicas; estas personas serían:

Activas en su vida intelectual y posiblemente su estilo de vida físico

Inteligentes sobre el promedio, con una memoria de trabajo y habilidades estratégicas particularmente desarrolladas

  1. Con conductas muy orientadas a metas, al punto de la obsesión
  2. Motivados por la constante búsqueda de nuevas metas, especialmente las relacionadas con incentivos, como el dinero, fama, poder o logros ideales, aunque se inquietan una vez logrados esas metas
  3. Muy confiados en su habilidad para controlar su propio destino y para controlar a los demás, al punto de la grandiosidad y tener conductas temerarias
  4. Más agresivos que compasivos
  5. Están sobre el promedio en relación con el deseo sexual, pero no necesariamente abiertamente hedonistas en otros aspectos.

Pero antes de partir a la farmacia a comprar una dosis de dopamina para convertirse en un macho/hembra alfa, revisemos un poco los aspectos negativos que puede tener un exceso de este neurotransmisor.

Las condiciones que se asocian con un exceso de dopamina en el cerebro incluyen, por ejemplo, el déficit atencional (que además está estrechamente vinculado con depresión, autismo, trastorno obsesivo compulsivo y Tourette); Autismo y en general los Trastornos Generalizados del Desarrollo; enfermedad de Huntington (degeneración del cuero estriado, núcleo caudado, putamen, globus pallidus y núcleos subtalámicos); Trastorno Bipolar (conocido como ciclotimia, en el que se alternan períodos maníacos, con altos niveles de actividad y euforia con períodos de depresión); Trastorno Obsesivo Compulsivo (caracterizado por pensamientos que producen ansiedad y conductas repetitivas que tenderían a disminuir las ansiedades (lavarse las manos, comprobar las llaves de gas, etc.).

Dentro de las condiciones que se asocian con descenso de los niveles de dopamina, se encuentran:

  • Parkinson, caracterizado por inicialmente una pérdida del control motor voluntario y posteriormente una involución de las capacidades cognitivas en general (memoria de trabajo, orientación de actividades, alternancia atencional, entre otras).
  • Fenilketonuria: Trastorno metabólico que incluye discapacidad intelectual y muchas veces rasgos autistas
  • Esquizofrenia: las características que se asocian con el neurotransmisor incluyen falta de sensibilidad al contexto; dificultad para filtrar los estímulos, asociaciones de pensamiento laxas, alteraciones en Teoría de la Mente, presencia de alucinaciones visuales, auditivas, somestésicas, etc.

Previc plantea que la evolución de la mente humana (tal como ya fue revisado) no puede ser explicada por el aumento del tamaño cerebral ni por evolución genética, sino que podría haber sido determinada por los cambios en las influencias fisiológicas y cambios en la dieta (que a su vez estuvieron determinadas por procesos migracionales) que produjeron los aumentos en los niveles de dopamina tal como los conocemos. Estos aumentos fueron, como ya se dijo, por influencias epigenéticas, especialmente in utero, que permitieron cambios en la conformación de las vías nerviosas. Previc es honesto al asumir, en todo caso que no se puede determinar con confianza cuánto de los cambios pueden haber sido debido a factores epigenéticos (ambientales) versus las adaptaciones genéticas, pero relata los cambios que han sido comprobados y los relaciona con la posibilidad de estos cambios neuroquímicos:

La divergencia entre chimpancés y homínidos ocurrió aproximadamente entre 1 y 2 millones de años atrás en el áfrica sub sahariana, en donde surge como característica la bipedestación, que permitió una mayor exploración del ambiente conservando características arbóreas, disminución de la absorción corporal del calor solar, aumento de la velocidad de transporte, facilitación del uso de las manos para el empleo de herramientas. Todo esto sumado a un enfriamiento del ambiente facilitó la inclusión de la carne en la dieta (más o menos hace dos millones de años). La persecución diurna de animales solo fue posible gracias a estas modificaciones, sumada a un aumento en la extensión y flexibilidad del pulgar, sin necesidad de repetir la funcionalidad que tiene la dopamina en la termorregulación.

Resumiendo, las diferencias entre el homo habilis de sus ancestros serían:

  1. El ya mencionado aumento de la proporción cerebro-cuerpo, debido al efecto estimulador de la dopamina sobre la hormona del crecimiento
  2. Aumento de las circunvoluciones cerebrales debidas a mayor concentración de la dopamina en las capas corticales superiores
  3. La lateralización de las funciones corticales

Los desarrollos que permitieron la emergencia del homo sapiens en el último cuarto de millón de años son difícilmente explicados por mutaciones o presiones de origen genético, dando pie a explicaciones epigenéticas, que a su vez permiten la explicación de la aparición de modificaciones conductuales y culturales, como por ejemplo, la inclusión de pescados y mariscos en la dieta (actualmente se acepta que ocurrió hace unos 100.000 años). Esto permite la inclusión de alimentos ricos en yodo y ácidos grasos que están en directa relación con aumentos en las funciones cerebrales, mencionando el autor, por ejemplo que los macacos que incluyen cangrejos en su dieta se encuentran entre las especies más inteligentes, entre muchas otros datos que apoyan esta teoría.

Los cambios en la dieta, en los climas en que vivían nuestros antepasados, las modificaciones en la cultura, aumentaron dramáticamente las expectativas de vida. Esto, a su vez permitió un aumento en la competencia por los recursos y una extensión en las áreas de residencia. Esto condicionó la necesidad de marcarse como pertenecientes a grupos, lo que presumiblemente dio origen a manifestaciones que se consideran como artísticas.

De la prehistoria, Previc salta a un resumen histórico de personajes que presentaron características de mentes dopaminérgicas, entre los que se pueden mencionar:

Relata brevemente la biografía de estos personajes, dando cuenta de cómo las características que los hicieron famosos se relacionan con los rasgos de personalidad propios de alta influencia de la dopamina, tanto los rasgos positivos, como los que se pueden considerar como negativos en cada uno de ellos.

Esta entretenidísima lectura concluye con el postulado del aumento actual de la preponderancia de los rasgos de la mente dopaminérgica en la sociedad actual, que se puede resumir visulamente en el siguiente gráfico.

Como aspectos positivos de la influencia actual (y futura) de la dopamina en la sociedad, el autor menciona:

  1. enormes logros de la exploración de nuestro planeta y el espacio inmediato
  2. desarrollo de religiones que deberían promover (en teoría) soluciones morales para promover la coexistencia humana
  3. transformación del ambiente para favorecer la existencia humana
  4. creación de avances médicos
  5. aumento de la irrigación fluvial
  6. diseño de vehículos que favorecen el movimiento e intercambio humano
  7. logro de descubrimientos científicos desde el nivel cósmico al atómico
  8. desarrollo de la literatura, música y el arte

El lado oscuro de estos desarrollos se pueden señalar como:

  1. la exploración condujo a la conquista, esclavización y esparcimiento de enfermedades
  2. las ideologías políticas y religiosas han conducido a las grandes guerras que han asolado enormes extensiones
  3. Los materiales sintéticos han producido un aumento exponencial de la polución
  4. Las nuevas drogas han aumentado las resistencias de los patógenos
  5. El aumento de la expectativa de vida ha producido la sobrepoblación en muchas naciones
  6. El aumento de la irrigación ha llevado al abandono de cerca del 20% de zonas previamente cultivables y cambios en las tasas de las aguas consumibles
  7. El aumento de los vehículos han aumentado considerablemente el nivel de la contaminación

Concluye el autor con un cuadro que resume el cambio que debería producirse en torno a lograr un equilibrio entre la mente actual dopaminérgica y una antidopaminérgica (reproducido).

El autor cita profusamente estudios y textos que han probado todas estas referencias, evidentemente no me voy a extender en datos y namedrop, porque no viene al caso, pero es importante dejar en claro que las evidencias que avalan esto tienen que ver con ejemplos de lesiones, de daños degenerativos, de efectos de drogas inhibidoras de la recaptación del neurotransmisor, de patologías del desarrollo, en resumen, de múltiples fuentes confiables.

Definitivamente, ha sido una experiencia que he disfrutado plenamente. Disculpas a los lectores si esto se ha dilatado, pero aun así, he dejado mucho de lado, que solo leyendo al original puede recuperarse