A negro, E blanco, I rojo, U verde, O azul: vocales,

diré algún día vuestros nacimientos latentes

(Vocales, Rimbaud)

Seguramente alguna vez ha tenido esta sensación, escucha un sonido y percibe un color o un olor, toca algo y escucha un sonido: sinestesia, un fenómeno muy estudiado y del que ya hemos hablado cuando les contamos del experimento con los Legos.  El asunto es que en Mind Hacks acaban de referenciar un nuevo estudio sobre percepción transmodal (crossmodal perception), esta vez entre olores y sonidos (“A Fruity Note: Crossmodal associations between odors and musical notes”, Crisinel & Spence, 2011).

Los autores hicieron lo siguiente. Seleccionaron a 30 personas (22 mujeres, edades entre 18 y 55 años) y les presentaron un conjunto de olores (almendra, manzana, durazno, mora, caramelo, cedro, chocolate negro, heno cortado, pimiento verde, miel, limón, regaliz, hongos, musgo, pimienta, piña, frambuesa, ahumados, vainilla y violeta) seleccionados desde el Nez du Vin aroma kit. Luego les pidieron que emparejaran cada uno de esos olores con notas musicales de cuatro instrumentos (piano, cuerdas, maderas –vientos-, y bronces), cuyos samples se descargaron desde una página de la Universidad de Iowa. En total se trataba de 52 sonidos posibles para elegir (13 notas x 4 instrumentos). Los resultados de las selecciones se muestran a continuación.

Como se puede observar:

  • El piano suena a mora.
  • Las cuerdas suenan a almizcle (musk).
  • Las maderas (vientos) suenan a durazno.
  • Los bronces suenan a almizcle.

Crisinel & Spence (2011) muestran que el timbre del instrumento resulta más significativo que el tono de las notas propuestas para las relaciones.

De todos modos, en otro análisis se mostró que se puede ordenar los olores de acuerdo con las notas musicales, de la siguiente manera.

¡¡¡Los ahumados son graves y las frutas agudas!!! Nótese que los olores que se asocian a los perfumes masculinos tienden a lo grave, y los femeninos a lo agudo.