Uno de los episodios más interesantes de la historia de la ciencia en Chile, tiene que ver con muelas, platas robadas y alemanes: el “Caso Beckert“. Cito:

La tarde del viernes 5 de febrero de 1909, un voraz incendio afectó la sede diplomática de Alemania, ubicada en la calle Nataniel Cox esquina de Alonso Ovalle. Entre los escombros se encontró un cuerpo carbonizado que portaba la argolla de matrimonio, colleras y reloj del canciller de dicha Legación, Guillermo Beckert Trambauer. En vista de tales evidencias, los médicos alemanes Westenhoffer y Aichell, certificaron su muerte. La culpa del siniestro recayó sobre el portero de la Legación, el chileno Exequiel Tapia, quien tras el incidente desapareció junto con la cantidad de 25.000 mil pesos de la época, que el representante del gobierno alemán, Von Bodman, había depositado el día anterior en la caja de seguridad de la Cancillería.

El emisario Von Bodman sostenía que el canciller había sido asesinado por el portero Tapia, no sólo impulsado por el móvil del robo, sino además, argumentó que Beckert había recibido varios anónimos con amenazas de muerte. El joyero Otto Izacovich, quien conocía a Beckert, se presentó ante el juez Bianchi al día siguiente del incendio asegurando haber visto al canciller la madrugada del sábado en el Portal Edwards. Sin embargo, el magistrado no le creyó y le pidió que no complicara más las cosas, pues el cadáver carbonizado ya había sido reconocido oficialmente como el de Guillermo Beckert, canciller de la Legación de Alemania en Santiago…

Bueno, para seguir esta apasionante historia hay dos opciones: o leer el completo reportaje publicado hace 10 años en El Mercurio (hay que estar registrado pa acceder al artículo, que paja…) o bien, GUARIPOLO SE LO CUENTA!

Una excelente iniciativa de los chicos de Aplaplac junto a la Facultad de Odontología de nuestra alma mater. Un gran saludo a nuestro compipa, el historiador César Leyton Robinson, uno de los cerebros detrás de este video. Disfrútelo, y difúndalo!