El personaje de la foto es mi ídolo. Pero realmente mi ídolo. Por si no lo conocen es quizá el mejor meme de la historia del mundo mundial: el Lazy Senior Student. Les dejo tres de sus genialidades para que lo vayan conociendo.

Me encanta este meme porque me siento medio identificado con él. Cuando estaba en la Universidad yo era uno de esos personajes. Casi nunca leí un libro en mis estudios de literatura. Y sobreviví. Ya, ya sé que algunos se van a enojar con esto, “¡cómo es posible que un profesor universitario llame a no leer!”. Bueno, hay otro profesor universitario, un querido colega, que ha hecho esto más público, se llama Alejandro Zambra y ha escrito un libro que se llama, justamente, No Leer.

Les voy a contar la técnica para sacarse un siete sin leer el libro. Tiene seis pasos sencillos y casi nunca falla.

Paso 1: Analice al profesor.

Sí, como lo leen. Cuando se lee un libro en la universidad no se lee un libro, se analiza un libro, y para analizarlo con buena nota hay que saber qué profesor es el que tenemos delante. Y eso es fácil: a) entreviste a alumnos de cursos superiores y pregúnteles qué onda el profesor o profesora, qué tipo de pruebas hace, qué estilo tiene para hacer clases, cuáles son sus obsesiones, b) revise si el profesor tiene publicaciones en línea y léalas (aunque sea superficialmente), en solo media hora de trabajo ya va a saber con quién está tratando, y c) [lo más importante] revise en detalle la bibliografía secundaria del programa del curso, ¿la profesora es fan de Bakhtin, le gusta la Judith Butler, raya con el poscolonialismo?, ubique las entradas de Wikipedia de estas líneas y trate de entender de manera gruesa de qué va la cosa. Una vez hecho esto, cuando llegue la prueba o el ensayo adopte la “modalidad profe”, escriba en la “onda” del profesor, eso ya le garantiza un punto.

Paso 2: la bibliografía secundaria.

Busque en scielo.cl u otra base de datos un par de papers sobre el libro y léase los abstracts, le sará un toque de seriedad a su trabajo o prueba si cita a estos autores. Le aseguro que con el tiempo uno llega a tener memoria para estas referencias.

Paso 3: el resumen y la entrevista a sus compañeros.

Léase el resumen del texto en la Wikipedia, o en otros sitios. También trate de leer las primeras dos y las últimas dos páginas del libro (de aquí hasta se puede aprender un par de citas literales que harán las delicias de grandes y chicos). Luego júntese, como una hora antes, con sus compañeros y pídales que le cuenten el libro. Hágale preguntas, preguntas ingeniosas, preguntas como las que haría el profesor. Ellos se lo agradecerán porque usted les está haciendo un coaching, y por su parte, usted está tomando una nota mental de qué es lo realmente importante de la obra.

Paso 4: Analice la actividad.

En la universidad más que en el colegio los profesores odian (odiamos) las respuestas literales. Pero, ojo, también odiamos las voladas sin sentido. Cualquier idea que pueda tener un respaldo, aunque mínimo, en el texto y que exprese un nivel mayor de reflexión o abstracción lleva todas las de ganar. Por lo que es muy importante que revise bien qué es lo que le piden hacer en la prueba o en el ensayo.

Paso 5: Trate de ir más allá del texto.

Hacia dos lados: a) realizando inferencias (esto es, haciendo relaciones o explicando causas y efectos que no están directamente en el texto) y  b) conectando el texto con otros textos. Por ejemplo, si está leyendo El Socio, relaciónelo epocal y temáticamente con El Gran Gatsby; a los profesores nos sobrecoge cuando un alumno da con una línea interpretativa que pone en juego más de lo que hay en el texto exclusivamente. Dos pistas para esto último: revisar la época del autor y revisar la vida del autor. Cuidado, nada más insulso que decir: “el autor nació en la época de la Primera Guerra Mundial”, eso es puro decorado. En cambio decir: “su pertenencia a la generación de fines de los diez y principios de los veintes redundó en que su experiencia vital estuviera marcada por las obsesiones y fracturas de una época en que las certezas del diecinueve estaban siendo cuestionadas, por ejemplo en su texto esto se observa en…”.

Paso 6: La prosa.

A veces pasa que en la prueba nos preguntan por algo que ni con todos estos pasos habíamos previsto. Mal. Pero hay una solución: escribir bien. Si usted escribe bien, si puede llevar a cabo su mejor prosa no está todo perdido. Hay un truco que asegura un cuatro, escribir enfática y contradictoriamente. Ejemplo: “Algunos autores [mentira no sabemos de ni uno, pero esto da distinción] sostienen que Roberto Bolaño es un hijo de nuestra época. Eso es a medias cierto [ya, acá comienza la contradicción] realmente la escritura de Bolaño se entronca con una tradición que viene de antiguo, incluso desde más antiguo de lo que se suele imaginar…” y así.

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Claro, me pueden decir que para hacer todo esto sería mejor leerse el libro, pero, les aseguro que en solo un par de horas se pueden llevar todos a cabo.