INTRODUCCIÓN
Desde el inicio de este curso se ha venido insistiendo en la idea de que el lenguaje y el pensamiento no son una misma cosa. De hecho, cuando se contestó la pregunta de si es posible no pensar en nada. Se explicó que no es posible porque el pensamiento no solo es el “monólogo interno” que tienen las personas consigo mismas, sino también cualquier procesamiento de los estímulos externos e internos que llegan a la mente a través de los sentidos. No pensar no sólo es no “monologar internamente”, sino que también no ver, no oir, no sentir el propio cuerpo, no respirar, etc.
Lo anterior podría generalizarse hasta llegar a pensarse que el lenguaje es algo completamente diferente del pensamiento. Cierto, pero a medias. El hecho de que la lingüística sea una de las seis ciencias cognitivas lo demuestra.
La mayoría de los cientistas cognitivos coincide en que, si bien el pensamiento no es lo mismo que el lenguaje, sí es cierto que los procesos cognitivos que permiten la existencia del lenguaje son los procesos cognitivos más sofisticados de la cognición humana.
Dicho de manera más sencilla: la facultad de poder hablar una lengua es la facultad más específicamente humana (cf. Hauser, Chomsky & Fitch 2002). La cognición del lenguaje es por lo tanto uno de los principales temas que deben tratar las ciencias cognitivas. Dicho de manera aún más simple: No todo el pensamiento es lenguaje, pero el pensamiento que sí es lenguaje es el tipo de pensamiento que se encuentra más desarrollado, es el pensamiento por antonomasia.
Esta idea fue una de las ideas que dio origen a las Ciencias Cognitivas a mediados de los cincuenta. Como se ha visto en la clase anterior hasta entonces los estudios acerca del pensamiento estaban liderados por la escuela conductista. En ese contexto la cabeza del movimiento, Skinner, publicó un importante estudio conductista acerca del lenguaje: Verbal Behavior (1957). El modelo que planteaba Skinner ocupaba las herramientas del condicionamiento operante para explicar la adquisición del lenguaje. Skinner y los cognitivistas creían que el proceso de adquisición de una lengua funcionaba básicamente a través de una serie de reforzamientos que los adultos hacían a los niños cuando estos espontáneamente imitaban su lenguaje. También creían que el uso del lenguaje ocurría como una suerte de acción y reacción, o estímulo respuesta. Si alguien veía un cuadro en una exposición, algo del cuadro provocaba que ese alguien dijera: ¡Qué interesante!
En 1959 Chomsky hizo una crítica del libro de Skinner en que uno a uno fue desarticulando los postulados conductistas para el lenguaje. Esa publicación significó el fin del conductismo. Dos de los aspectos que fueron más desarticulados por Chomsky tenían que ver: a) con la llamada pobreza del estímulo (stimulus poverty), que significa que un niño no recibe los suficientes elementos lingüísticos desde su entorno como para poder empezar a hablar, y b) con la creatividad del lenguaje, que significa que en cualquier momento un habante puede crear una oración que nunca ha dicho e incluso que nunca se ha dicho por nadie. El conductismo no podía dar cuenta de estos dos fenómenos obvios. Cerca de tres años antes Chomsky (1956, 1957) se había encargado de definir con suma precisión qué era lo que debían estudiar los científicos del lenguaje (lingüistas), concluyendo que su principal preocupación debía ser “descubrir” la gramática subyacente de cada lengua y también la gramática universal de todas las lenguas.
Por gramática (generativo transformacional –GGT) se entiende al conjunto de reglas finitas que combinadas adecuadamente permiten realizar todas las oraciones posibles de una lengua particular.
Los tres tipos de Gramática
El modelo de investigación chomskyano (Chomsky 1957, capítulo 6) planteaba que había tres posibles teorías lingüísticas generales (TLG), que podían producir gramáticas y que se grafican a continuación:
Donde (i) representa aquella relación en la cual la TLG debe generar una GGT a partir de un Corpus. (ii), más débil, presenta la TLG, como un conjunto de métodos de validación o invalidación de GGTs que le son presentadas más un Corpus. (iii), la más débil de todas, se reduce a entender la TLG como un conjunto de métodos finitos de decisión entre dos o más GGTs particulares (G1, G2, etc.).
Chomsky optó por la tercera, y de acuerdo con ella propuso un primer modelo de gramática generativo transformacional en 1965, el llamado modelo standard.
Gramática Generativa: el Modelo Standard
El modelo standard tiene sólo dos componentes: un lexicón (conjunto de palabras de una lengua) y una serie de reglas de estructura de frase (REF). Las REF adecuadamente combinadas deberían generar todas las oraciones posibles de una lengua. Hadlish (1971) establece una serie de 19 REF para el español, y también una versión abreviada de 7 reglas:
La flecha (→) indica que A se “reescribe como” B seguido de C. Los paréntesis de llave ({}) indican una posible selección (A se reescribe como B o como C).
Las otras abreviaturas son:
O = oración
SN = sintagma nominal
SV = sintagma verbal
aux = auxiliar
t = tiempo
M = modal
V = verbo
cop = cópula
prednom = predicado nominal
adj = adjetivo
det = determinante
N = nombre
Pl = plural.
Con estas simples siete reglas se puede generar un enorme porcentaje de las oraciones en español.
Ejemplos:
1) Juan canta:
Tiene la forma N no pasado V
Para llegar a eso se ha hecho un árbol que parte de O
Para realizar este árbol se han seguido las reglas de transformación y en cada línea se va complejizando el dibujo. La última línea extrae desde el lexicón del español las palabras terminales (el lexicón sólo contiene las formas de entrada de diccionario, es decir, los verbos en infinitivo y los sustantivos y adjetivos en su froma singular y masculina –o femenina si no hay masculino). Como se puede presuponer existirán muchísmas oraciones de la forma N no pasado V, como Juan salta, Juan juega, Juan trabaja, o Pedro salta, Pedro piensa, etc.
Chomsky se dio cuenta desde el inicio de su trabajo de que no sólo varias oraciones compartían la misma estructura, sino que también se daba que oraciones con diferentes órdenes de palabras tenían una misma estructura. Así: “ayer vino Juan”, “Juan vino ayer” y “ayer Juan vino” tienen todas la forma:
N pasado V N
Ese fenómeno es conocido como el compartir una estructura profunda. Chomsky postula que toda oración tiene una estructura de superficie (la que se lee u oye) y una estructura profunda (la estructura interna desarrollable desde las REF). Para pasar de un nivel (el profundo) al otro (el superficial) hay que aplicar un segundo juego de reglas llamadas reglas de transformación o Reglas T.
Así, cuando se hacen los árboles a partir de las reglas estos se desarrollan para llegar a describir la estructura profunda.
Veremos varios ejercicios (tomados de Hadlich, 1971):
- Los ingleses ocuparon Gibraltar
- El profesor lloró
- Napoleón no pudo ganar la batalla
- Bloomfield fue un lingüista
- Este cuadro fue pintado por Velásquez
- El presidente Lincoln fue asesinado por Booth
- Tú eres tonto
- Pepito ama a Carmen
- Ellos pueden ser nuestros amigos
Gramática Generativa: el Modelo Standard Extendido
Uno de los problemas más complejos que encontró Chomsky fue que su modelo era muy poderoso para determinar las oraciones de una lengua, pero demasiado poderoso como para evitar dar cuenta de oraciones imposibles en la lengua. Las oraciones imposibles las puede determinar con mucha rapidez un hablante (esta capacidad se denomina competencia lingüística). Por ejemplo, un hablante sabe que la oración: “Juan pidió el libro a Pedro y Pedro se lo entregó” es gramatical, pero que “Pedro se el libro entregó y Juan pidió a Pedro” es agramatical. Lamentablemente el modelo del 65 no era capaz de impedir que este tipo de oraciones fuera generado. De este modo la GGT era capaz de encontrar quizá cualquier oración posible, pero además de eso encontraba muchas oraciones imposibles. El modelo de los 70s o Estándar Extendido, trataba de resolver esto poniendo fuertes restricciones a las reglas T. Estas restricciones se denominaban Símbolos Complejos. En el lexicón además de ir las palabras en forma de entrada de diccionario se especificaba para cada palabra que roles podía jugar y qué características básicas tenía.
Estas características básicas eran [+masculino],[+común],[+animal],[+contable],[+humano], etc. Se suponía que las restricciones impedirían que algunos tipos de oraciones fueran generadas por la GGT.
Las debilidades del Generativismo:la Semántica
Pero, a lo largo de los setentas se vio cada vez con mayor claridad que las restricciones de los Símbolos Complejos empezaban a hacerse tan innumerables que no parecían ser posibles en la mente de ningún hablante. Si se dice: “El perro ladró toda la noche” es una oración con algún sentido, en cambio: “El gato ladró toda la noche” parece incorrecta. Esta incorrección no es gramatical sino semántica. Para resolverlo se debería agregar a “ladrar” una marca en su símbolo complejo que especifique que sólo puede ser realizado por “perro”. Por un lado se tiene que eso empieza a multiplicar hasta el infinito las márcas. Supongamos que se dice: “El perro mudo ladró”. Eso nos exigiría una nueva marca para “ladrar” que especifique que sólo los perros no mudos pueden hacerlo. Por otro lado las restricciones no pueden con casos especiales: supóngase que se tiene un gato que está resfriado, metafóricamente se podría decir que el gato no está maullando cuando maúlla, sino ladrando. Entonces “mi gato ladró toda la noche” ya no sería un sin sentido.
Las debilidades del Generativismo: lenguaje y contexto
Este último caso lleva a uno de los problemas insalvabes para el generativismo. El generativismo no puede a priori establecer cuáles son los simbolos complejos de cada ítem léxico. Sólo puede establecerlos por defecto. Pero, siempre se puede encontrar un contexto en que esos símbolos se falsean. Es por eso que Chomsky nunca más se ha preocupado de la semántica quedándose sólo en el nivel sintáctico de análisis.
La próxima semana cerraremos este primer ciclo de clases al hacer la conexión entre Pensamiento, Lenguaje y Mundo y mostraremos algunas posibles soluciones a las debilidades de la lingüística generativa de Chomsky.
1 comment
The Trees – Aplicación Lingüística « Tercera Cultura says:
Sep 11, 2010
[…] de leer de nuevo el posteo sobre Lingüística Generativa, y recordé algo. Hace ya varios años que uso una aplicación online increíble para hacer […]