De la inicial sensación de agrado y agradecimiento por haber sido invitado a colaborar con Tercera Cultura, pasé casi inmediatamente al ciclo de estrés-postergación-estrés que parece que es necesario para ser parte del equipo. Así que ya me siento de la familia haciendo esta entrega como con un mes de atraso. En parte, el ciclo se me dio fácil porque no hallaba cómo empezar ni qué decir. Una lista de ideas y ninguna funcionaba bien como primer posteo. Un clásico. Por eso no confío en el cerebro ni en la mente (que será tema de otro posteo, de hecho).
Pero encontré la solución de la manera más obvia. A la Lennon-McCartney, si se puede decir, pero sin el talento. En vez de desarrollar retazos y pedazos de ideas, simplemente las junté todas bajo una de las mejores y listo. Así salió casi todo el lado B de Abbey Road y ese otro pedazo de pedazos que se llama A Day in the Life. Y así, por lo tanto, nació el rock progresivo. Y eso será otro posteo, también.
La idea de esta entrada parte de una conversación/discusión bizantina con unos amigos de Facebook, en la que peléabamos por decidir si nuestros antepasados eran carnívoros o no. El argumento mío era que sí y el de mis amigos, claro, que no. Y el argumento que me daban ellos es uno que todos hemos escuchado en algún momento de la vida. El famoso argumento de la dentadura, que parte de la observación de que tenemos la dentadura más parecida a la de un rumiante (una vaca, por ejemplo) y carecemos de colmillos cototos como los de un depredador hecho y derecho (como un león, por ejemplo). Mi argumento lo expresé siempre mal, porque me enfoqué constantemente en el hecho de que el argumento de los colmillos era remalo (que lo es) y no en la evidencia que demuestra que nunca hemos dejado de comer carne desde que somos homo sapiens y antes, de hecho. La obsesión con el argumento debe haber sido porque desde chico que tengo un colmillo montado, lo que siempre me ha afectado la autoestima. Entonces simplemente me descontrola que me digan que no tenemos colmillos. Es como que le dijeran a Eduardo Frei que las narices no existen.
En fin. Pasó la discusión y, de puro obsesionado, me puse a revisar qué decía la ciencia al respecto. Y resultó que la ciencia me daba la razón (ver detalles más abajo). Y era tan simple como buscar la información correcta en el lugar correcto. Y cada vez que me pasa algo así, cada vez que acceder a la verdad requiere de, simplemente, buscar información seria de manera calmada, me acuerdo del Esbozo de Basura Intelectual de Bertrand Russell (An Outline of Intellectual Rubbish (1943), para los snobs). Y la parte que me acuerdo es una que se trata, primero, de lo rascas que son los políticos (cuestión poco interesante, por obvia) y de lo fácil que es entregarse a creencias infundadas, el tema de este posteo.
Y, claro, por “creencias infundadas”, el bueno de don Bertrand quiere decir, derechamente, ideas idiotas. Y, como buen Tercer Culturista de avanzada, se dedica luego el caballero a dejar algunas sugerencias de cosas simples que se pueden hacer para no andar pensando idioteces por la vida. Y los principios para hacerlo tienen todos que ver con algún tipo de entrenamiento mental. He aquí algunas de las sugerencias de don Bertrand.
- Si el asunto se puede resolver mediante la simple observación, haz tú mismo la observación. Según, Russell, Aristóteles adscribió toda su vida a la creencia de que los hombres tenían más dientes que las mujeres, simplemente porque nunca se dió la paja de contarlos. (Tener amunición para sugerir que Aristóteles podía ser más idiota que uno de vez en cuando es un regalo valioso, úsenlo con sabiduría).
- Cada vez que te pilles enojándote frente a una opinión contraria a la tuya, es porque probablemente sabes, en el fondo de tu corazón, que no tienes tan buenos motivos para sosteneer esa creencia. Las pasiones, dice Russell, se desatan solo sobre cuestiones de opinión, no de conocimiento. Por eso, por ejemplo, se ha perseguido a las personas por motivos teológicos pero nunca por discrepancias en matemáticas. (Si a estas alturas el caballero no es tu héroe, tu ñoñismo no es tanto como te gusta aparentar).
- Para evitar ideas prejuiciosas (una variedad muy extendida de ideas idiotas), simplemente acostúmbrate a leer diarios y revistas donde se opine exactamente lo contrario a lo que piensas. Si al hacerlo piensas que esas personas son limítrofes o peores que la muerte, recuérdate que tú y tus ideas les parecen a ellos exactamente lo mismo. (Esta es fácil de prácticar, al menos para mí. Me basta con comprar cualquier diario chileno).
- Lo otro es tener conversaciones imaginarias con alguien que opine contrario a uno. (Aquí paso. Una de las ventajas de ser nerd es el desarrollo sofisticado del sentido del ridículo. Y no quiero terminar como el profesor de South Park y sus títeres)
- Recela de cualquier creencia que tengas que te halague un poco la autoestima. Cualquier creencia que te deje bien parada o parado, viene desde ya sesgada.
- Evitar el miedo. El miedo a la muerte, al futuro, a lo desconocido. El miedo te nubla y permite que creas cualquier cosa. El miedo te lleva a la superstición y a la crueldad. Poblaciones enteras pueden adscribir a una creencia idiota y actuar de manera cruel sobre otras simplemente por miedos colectivos a guerras, ataques, catástrofes vaticinadas. (Russell cita a los nazis y a los marinos que tiraron a Jonás al mar. Yo me acuerdo de la invasión a Irak y del Plan Z).
El principio común, claramente, es la confianza plena en la interpretación que podamos hacer de la evidencia empírica y, por el contrario, la desconfianza total en las creencias que están sospechosamente teñidas de emociones medias rascas (enojo, vanidad, miedo).
Sí, lo sé. Todas suenan a obvias y sus soluciones a paja molida. Pero, por lo mismo, sobrecoge su ausencia patente en varios aspectos de nuestras vidas diarias. Y para demostrar que esto es así, es decir, que no nos cuesta nada pensar idioteces, les presentaré tres ejemplos de ideas idiotas que he escuchado recientemente y lo simple que es desterrarla de nuestras vidas. Todas las vengo escuchando desde hace siglos antes, fueron hechas públicas por gente cuya inteligencia respeto y, más importante aún, hubo una época de mi vida en que yo mismo las suscribí (bah, si Aristóteles podía pensar estupideces…). La primera es de conversación de cóctel, la de los colmillos; la segunda se refiere a lenguaje (mi área) y la última a cognición (el área que nos pone jugosos acá en Tercera Cultura).
Idea idiota 1
Nuestros antepasados deben haber sido vegetarianos porque nuestros dientes tienen más molares que colmillos, lo que se parece más a los animales que comen verduras que a los animales que comen carne.
Creo que aquí se aplica un poco de la sugerencia 1, porque es cosa de mirarnos al espejo y darnos cuenta de que sí, efectivamente, tenemos colmillos que nos sirven exactamente para lo mismo que a los animales carnívoros. Observaciones menos personales y más confiables nos las dan nuestros amigos los científicos. La lola de la foto, acompañada de un monito, es Katharine Milton (Universidad de Berkeley), que publicó en 1999 un artículo en la revista Evolutionary Anthropology. El artículo tiene por título A hypothesis to explain the role of meat-eating in human evolution donde proponía, miren la coincidencia, una hipótesis que explicaba el consumo de carne por parte de nuestros ancestros de hace 2 millones de años. Más importante que su hipótesis (relacionada con una posible baja en la calidad nutritiva de las plantas) es el hecho de que la investigadora asume como cierta una verdad que cualquier paleontólogo da por recontrasabida desde hace décadas: que como especie llevamos comiendo carne de manera rutinaria desde el paleolítico y antes. Tan cierta es, que la pega de ella es tratar de explicarla. Un poco más de vueltas por internet y resulta que al final la duda no es si comíamos o no carne, sino en qué momento dejamos de cazarla y la empezamos a criar. Y así no más. Chán chán.
¿De dónde sale esta idea tonta, entonces? Una mezcla de todas las demas consideraciones, creo yo. Traten de decir esto en un sitio web vegano, defiendan la idea un rato y vean lo que pasa. A mí se me han enojado. Y en mala. Así que o Russell tiene razón o algo raro le ponía esta gente a la carne de soya.
Hagan click aquí para un resumen bien resumido (en inglés) del artículo de Hamilton (en inglés) y aquí para ver una línea de tiempo de nuestros hábitos alimenticios desde la prehistoria hasta hoy (también en inglés). Si te da lata. Simplemente confía en mí: los humanos siempre hemos comido carne.
Idea idiota 2
Los chilenos hablamos mal castellano
Que nos comemos las “eses” y todas las consonantes que podemos, que hablamos muy rápido, que no tenemos acento, que usamos demasiados modismos…, la lista de estupideces que piensa la gente sobre nuestra manera de usar el español es larga y frustrante, al menos para uno que se desvive averiguando las verdades del lenguaje (bueno, desvivir es un poco mucho, lo sé. Digamos sacrificar la vida, mejor). El caso es que todo eso es falso de falsedad absoluta. Apliquen la sugerencia 1, métanse a Youtube y busquen gente que hable castellano de todas las partes que puedan de Latino América. Comprobarán fácilmente que, como sucede con todas las lenguas del mndo, en todas partes se hablan dialectos distintos. Y en todos los dialectos se “comen” algún sonido, agregan otros, cambian acentos y qué sé yo qué más (o sea, sí sé, es un decir). Eso es, de hecho, lo que los hace dialectos (es decir, variedades de una lengua). Por lo tanto, ninguno es mejor que otro ni más correcto. No existen autoridades que nos obliguen a hablar de ninguna manera en particular (otra idea idiota que la gente se dedica a blandir de vez en cuando citando, idiotamente, al diccionario de la RAE como si fuera una especie de Biblia). Luego apliquen 3 y verán que es puro prejuicio no más. El simple mal hábito de encontrarnos pifias que tenemos los shilenos. Buen dar…
Aquí les dejo el link a la entrada Ud. No Lo Diga del blog Nada que aportar con una selección de ideas tontas sobre qué decir y qué no decir. Los comentarios a la entrada abundan aún más en estas opiniones sin fondo, pero discutidas con total autoridad.
Idea idiota 3
Las mujeres/los hombres son mejores para realizar tareas simultáneas (multitasking) que los hombres/las mujeres.
Nada, nada. Aquí se aplica el punto 5 no más. Aquí uno cree lo que le conviene. La dura, como cualquier Ricardo Martínez o Remis Ramos les podrá contar a cambio de una taza de café, es que parece que, en estricto rigor, nadie es bueno para el multitasking de verdad. La atención de la mayoría de nosotros es como una madre: hay una sola. Y, si bien podemos combinar una tarea de alta demanda atencional (como leer un paper) con unas pocas tareas más de baja demanda atencional (como limpiarte los lentes, tomarte tu café u ojear por décima vez por si alguien te ha comentado en Facebook), la verdad de las cosas es que no estamos configurados para realizar dos tareas de alta demanda atencional sin empezar a clotear más bien luego con todas. Traten de recordar los nombres de los jugadores de la selección chilena en Sudáfrica mientras siguen leyendo y verán (o sea, apliquen, nuevamente, la sugerencia 1 de don Bertrand).
Me siento bien ahora. Por fin tengo mi primer posteo para Tercera Cultura y, de paso, realicé mi buena acción del día. Porque, mal que mal, estamos en una época donde nos vemos rodeados más que nunca de nuevos fundamentalismos (sips, otro posteo), pseudociencias (que emputecen a Remis como si se le hubiese caido la internet) y manipulación de la información. En este contexto, mucha gente con sentido común está, no obstante, más dispuesta a creerle a un documental o a una página anónima de internet que a un humilde y honesto artículo científico. Así las cosas, es casi un servicio social ayudar a que nos atrevamos a rejuzgar nuestras ideas y entrenar a nuestras mentes para que, si no llegamos a aprehender la tan esquiva verdad de las cosas, al menos no andemos por la vida pensando idioteces.
¿Qué más Tercer Culturista podía ser don Bertrand Russell?
11 comments
Felipe says:
Nov 3, 2010
Hola!
Me gustó tu posteo. Aunque varios de los temas han sido tratados en los podcast. Como aquel memorable episodio donde hablaban de las “sh” y la “ts”. En un tiempo más habrán concursos de trivia de Tercera Cultura… ojalá así sea.
Corina Pérez Saldivia says:
Nov 3, 2010
Chicos, me pueden dar una alternativa en lugar de RAE…… me reí mucho con el artículo.
Ricardo Martinez says:
Nov 3, 2010
http://www.institutodechile.cl/lengua/duech.htm
Barbara Peruzzi says:
Nov 4, 2010
En realidad… si uno se sale un poco de si mismo e intenta analizar una idea o debate desde “fuera” (o tratando de ser objetivo) podría llegar a aplicar todas las sugerencias de Bertrand, casi desde un sentido lógico… o no?
Y sí , la RAE es EL referente para la mayoría xD sobre todo para los periodistas…
Daniel Rodríguez says:
Nov 4, 2010
bueniiisimo post, agradable estilo 🙂 , yo apoyo totalmente a Bertrand, sobretodo en el punto de que las ideas defendidas con pasión son personales, basadas en opinión.
Integro otra idea: siempre recuerdo en conversaciones con amigos haber dicho: las estupideces que pensaba antes…
saludos tocayo y tercera cultura
Bertrand Russell se convierte en el abogado del diablo | TerceraCultura.cl says:
Nov 6, 2010
[…] hablando de Bertrand Russell en mi primer posteo y de cómo tratar de hacerle el quite a las ideas tontas y en eso que explota la bomba Mayne-Nichols/Bielsa vs Segovia/Piñera. Y, una vez más, siento que […]
Daniel Muñoz says:
Nov 6, 2010
Gracias por los comentarios tan buena onda. Me alegro que les haya gustado.
Si los próximos me salen igual de bien recibidos, trataré de negociar un contrato millonario con Ricardo y Remis, así que gracias nuevamente.
Natalie Muñoz says:
Nov 13, 2010
Me parece muy entretenido e interesante el subject de este posteo. Coincido en casi todos los puntos excepto lo del multitasking. Haciendo uso de la sugerencia 1, por observación he visto que la gran mayoría de las mujeres v/s la gran mayoría de los hombres (que yo he conocido al menos) son mejores para efectuar tareas de multitasking mientras, un hombre por lo general es bastante limitado para para hacer 2 o 3 cosas a la vez. Una vez leí (y aquí aclaro que no recuerdo la fuente, soy remala para eso, sólo recuerdo el dato) que las mujeres están mejor diseñadas para el multitasking en tanto su rol en la naturaleza requiere de estas habilidades (cuidar críos, realizar labores domésticas, etc. en forma simultánea) mientras los hombres tienen más mentalidad de meta o “goal” porque su rol es ser cazadores o proveedores de comida, por ende deben enfocarse en una sola tarea con mucha concentración. Por roles, aclaro que me refiero a los roles que efectuaban nuestros antepasados, los cuales en la actualidad han ido cambiando un poco pero la programación de la naturaleza no ha variado mucho. Por otra parte también he leído acerca del uso que se le da al cerebro, en tanto los hombres usan más el hemisferio de la lógica y la razón (por ende tienden a ser un poco más acotados en sus pensamientos) mientras las mujeres usan más el de la comunicación, el arte y las cosas sensibles (tendemos a ser un poco más dispersas quizás) pero convivimos bien con eso. Ahora bien, he constatado por experiencia que si bien puedes tener una tendencia natural a tener ciertas habilidades dada tu condición de género, las habilidades se pueden entrenar, por lo cual no es imposible que cualquier persona pueda desarrollar tareas siumultáneas.
Lo de los chilenismos, me parece súper entretenido lo que se plantea. Creo que ese “mito” tiene su base en el hecho de que de todos los países de latinoamérica probablemente seamos nosotros los que generemos mayor confusión a la hora de hablar, y esto lo digo porque viví en México, uno de los países con supuestamente mejor habla. Creo que más que tener mejor habla, lo que tienen es una pronunciación más clara y lenta que los hace hacerse entender fácilmente por cualquiera, mientras que cuando hablabamos los chilenos nos decían a cada rato “¿mande?” como queriendo decirme “no te entendí ni wea, me podís repetir?”
Daniel Muñoz Acevedo says:
Nov 17, 2010
Gracias por tus comentarios Nati,
Sobre lo del multitasking, parece ser que la intuición de uno no es nunca buena consejera. No existe, en realidad, evidencia consistente que distinga entre las capacidades entre hombres y mujeres a la hora del multitasking. Quizás el problema es que no entendemos a qué le llamamos multitasking. Si te fijas, el ejemplo que aportas, el de las tareas domésticas, implica esencialmente tareas donde no existe un compormiso atencional particularmente alto. Asear una casa consiste normalmente de acciones que se realizan prácticamente de manera automática, de modo que la demanda cognitiva permite aquello. Los hombres parecieran manearse con las mismas tareas en Chile, es posible, pero eso puede ser más un efecto (tal como concluyes al final) de la mera falta de práctica en esas tareas en particular. Una mujer que no conoce la cocina tendría exactamente los mismos problemas. El punto central sigue siendo que ni hombres ni mujeres pueden ponerle atención a más de una (o dos, en algunos casos) tareas de alta demanda cognitiva. Por ejemplo, es muy improbable que hayas podido fácilmente escribir tu comentario y a la vez recordar qué llevabas puesto el día de tu último cumpleaños.
Y lo de los chilenismos, tal como podrás constatar en el episodio 29 de Tercera Cultura, corresponde a una concepción errada de cómo funcionan las lenguas. Por ejemplo, no es cierto que seamos los más difíciles de entender (o al menos no existe evidencia de que así sea), ni tampoco es cierto que los mejicanos hablen “mejor” que nosotros o que otras comunidades del habla hispana. Es solamente una cuestión de opiniones personales, no de realidad demostrada. Hay gente que encuentra que los colombianos hablan increíble, también, pero eso no significa que así sea. Por último, considera con qué criterios estás considerando lo bien o lo mal que habla la gente y te darás cuenta que ninguno es particularmente fácil de definir.
Y eso, saludos y gracias de nuevo por meter la cuchara.
M° says:
Nov 15, 2010
comentaría más que este siemple “ween escriiiiiito” si tuviese más tiempo.
Saludos!
Daniel Muñoz says:
Nov 16, 2010
Gracias, gracias, muchas gracias.