El chileno promedio según Mike Mike en The Face of Tomorrow http://www.faceoftomorrow.com/santiago.asp

Jaime Bayly, en el extracto denominado “Los Chilenos” de su próxima novela Morirás Mañana 2, El Misterio de Alma Rossi reproducido por Perú21 y El Mostrador en Chile, se despacha, en palabras del personaje Javier Garcés algunas citas como las siguientes:

“Pero los chilenos me caen mal, esto está claro ahora y no estaba claro antes, cuando solía venir a menudo a Santiago, a Viña, a Cachagua, a Valparaíso, a Zapallar, a presentar mis libros y dar conferencias sosas. Me caen mal porque son falsos, hipócritas, fariseos, taimados. Me caen mal porque simulan ser conservadores cuando son libertinos. Me caen mal porque fingen ser honrados cuando son tan tramposos como los argentinos (sólo que más discretamente). Me caen mal porque son por naturaleza pérfidos, desleales. No puedes creer en ellos. No te dicen nunca lo que están pensando. Te dicen algo retorcido y fraudulento para obtener algún beneficio generalmente monetario. Les gusta demasiado el dinero. Venden a su madre por dinero (yo no vendo a mi madre por dinero porque la amo y porque vivo del dinero de mi madre, que es una razón más para amarla). Son trepadores, arribistas, y lo peor es que han trepado y ya se sienten más arriba que los demás y te miran para abajo. Y si bien han sabido hacer dinero y sobre todo ahorrarlo, esconden dos defectos que me resultan particularmente despreciables: son avaros, tacaños, miserables, son roñosos, son trémulos y cobardes para gastar, guardan la plata por falta de audacia, por pusilánimes, porque piensan en su jubilación, no en darse la gran vida, como los argentinos, que no ahorran un carajo pero se divierten mucho más. Y luego me irrita que los chilenos miren ahora para abajo a sus vecinos sólo por esa sensación de bonanza que los embarga cuando antes debieran mirarse al espejo”.

Este y otros fragmentos, realmente agudos y hasta divertidos, del extracto han traído tanta cola que las redes sociales nacionales han reaccionado masivamente (llegando “Bayly” a ser Trending Topic Mundial en Twitter), a veces con inusitada furia, como cuando se acusa a Bayly de “comepalomas” y “homosexual. @elquenoaporta en El Post y Rafael Gumucio en LUN han tratado de ponerle paños fríos a los dichos del escritor, aportando un mayor contexto. Concuerdo en parte con sus dichos. Pero, hay algo en lo que estoy en profundo desacuerdo con los tres: el perfil del “chileno” que traza el personaje de la novela NO ES EL PERFIL DEL CHILENO PROMEDIO, sino un perfil (quizá) de nuestra oligarquía. El personaje Garcés realiza su relato en el Hotel Ritz de El Golf, y se desplaza por Chile visitando locaciones como Viña del Mar, Cachagua o Zapallar, conocidos lugares de veraneo de la clase dominante de nuestro país. Como paréntesis, hay que aclarar que todo ello es ficción, pero el punto es que ha sido una ficción que se ha tomado excesivamente en serio, ese tomar en serio será lo que discutiremos.

Esto no es un pelo de la cola. Como hemos señalado en otro posteo, Chile es uno de los países más desiguales del mundo de acuerdo con el coeficiente de Gini (duodécimos, para ser más exactos). En un extraordinario video llamado Chile, a developing country? de ese gran sitio que es GapMinder, se muestra (hacia el tercer minuto de proyección) que, si bien los índices de mortalidad infantil en nuestro país (7,71 muertes por cada mil nacimientos) son similares a los de Estados Unidos (6,26) y Cuba (5,82), cuando se desagrega la mortalidad infantil por nivel de escolaridad de la madre, el índice en Cuba y los Estados Unidos se mantiene dentro de un rango, pero, en Chile, la mortalidad infantil en el caso de madres de baja escolaridad salta a alrededor de ¡¡¡30!!! Con otros índices los resultados son similares, por ejemplo, si tomamos el ingreso per cápita nacional el promedio es de unos US$14.000, pero, cuando vamos a las estadísticas desagregadas, observamos que mensualmente las personas del primer quintil perciben 29.680 pesos mensuales, mientras que las del quinto perciben 341.298 pesos mensuales, esto es ¡¡¡11,5 veces!!!


Un punto, obviamente, es la dispersión y el enfoque. Recuerdo que hace ya unos quince años estuve en Tucumán, Argentina, por el Jalla-E, una de las sorpresas que me llevé en esa estadía en la Argentina profunda fue que los tucumanos contaban chistes sobre los porteños (los bonaerenses) que eran iguales a los que los chilenos contamos sobre los argentinos. Lo único que cambiaba era que en vez de partir con “Había un argentino…”, partían con “Había un porteño…”. Otro punto importante es que afirmaciones como las del personaje de Bayly no son neutras (como parece señalar @elquenoaporta). En diversos estudios el investigador de la poética cognitiva David Miall ha mostrado que los lectores pueden suspender el juicio (esto es hacer un pacto con los textos en cuanto estos son ficticios y tomarlos como tales) cuando las afirmaciones del texto versan sobre los personajes, pero que lo hacen menos cuando son sobre personas o grupos que, además de encontrarse en el mundo del texto, se encuentran en la realidad. Por ejemplo, la afirmación “todos los abogados son unos estafadores” incluida en un texto literario se considera como más verosímil que la afirmación “Juan [un abogado] es un estafador”.

Las palabras de Bayly, en que habla de “Los Chilenos”. Las de Gumucio, en que habla de que:

“No veo quién puede ofenderse con la descripción que hace Jaime Bayly de los chilenos. Feos, creídos, avaros, cornudos, conservadores y desleales; es todo lo que nos hemos empeñado en mostrarles a los vecinos que somos. Todo lo que, con palabras más suaves, suele enorgullecernos”.

Las palabras de @elquenoaporta, en que incurre en:

“Dice, en otra parte del texto: “Son trepadores, arribistas, y lo peor es que han trepado y ya se sienten más arriba que los demás y te miran para abajo”. Y cuando afirmo a través de Twitter que estoy de acuerdo, aparecen varios diciendo que Bayly es un “comepalomas” –haciendo referencia a los peruanos que se reúnen en la Plaza de Armas de Santiago–, otro que pide que Bayly se venga a Chile y él le da trabajo como nana… y así. Mirando para abajo, sintiéndose más arriba. Pero el peruano habla desde su resentimiento, desde su envidia, dicen furiosos los insultados”.

Parecen todas olvidar que el aparente promedio que observan oculta una enorme desviación estándar, haciendo pasar el “los chilenos” de Bayly, el “nosotros” de Gumucio y los comentarios de Twitter para @elquenoaporta (Twitter, donde el 92% de los usuarios son de los grupos socioeconómicos ABC1-C2 y solo un 2% es D-E. Fuente: UDP) por la realidad nacional.

Esto me recuerda una famosa cita de Eduardo Matte, en el Diario El Pueblo del 19 de marzo de 1892 (cit. por Eduardo Galeano en Memoria del Fuego: las caras y las máscaras).

“Los dueños de Chile somos nosotros, los dueños del capital y del suelo. Lo demás es masa influenciable y vendible”.

A ellos creo que estaba retratando Garcés/Bayly.

Para saber, de verdad, cómo somos los chilenos es mejor, más válido y más confiable revisar los datos de investigaciones, encuestas y censos, como los del INE o la de salud, entre otras. Para la ficción, bien lo de Bayly, excelente, pero que no nos pasen gato por liebre.

Y sí, quizá seamos feos, después de todo…