“Ready” is usually used to describe a level of sexual awareness and anticipation.
Solo un sexto de segundo demora el cerebro en reconocer un cuerpo desnudo del sexo opuesto, así lo muestra un paper de Hietanen & Nummenmaa (2011), publicado por PloS ONE ayer 16 de noviembre. Los autores estudiaron una onda cerebral occitotemporal denominada N170 (negativa, que se produce 170 milisegundos después de la presentación de un estímulo) que ha estado siendo investigada como una reacción específica en los seres humanos para el reconocimiento de personas y que resulta particularmente activada cuando se observan rostros o cuerpos. Para el artículo testearon la hipótesis de que probablemente esta descarga –asociada a la detección de con-specifics– podía ser más intensa frente al estímulo de cuerpos desnudos por sobre cuerpos vestidos. ¿La razón de la idea? Los seres humanos empezamos a usar vestimentas solo hace 36 mil años, un tiempo breve para la evolución del cerebro. En consecuencia, los circuitos neurales del reconocimiento de personas probablemente son más sensibles a las personas en estado natural (calatas, como se dice en el norte) que arropadas por pilchas (pos)modernas.
Para comprobar la idea presentaron fotos a los sujetos del experimento, de cuerpos desnudos, con traje de baño y ropa, así como rostros y otros objetos como automóviles, como ilustra el siguiente cuadro (las imágenes no son las mismas que usaron, solo una idea de ellas).
Luego midieron con electroencefalograma (EEG), la aparición de la onda N170, que, como muestra el gráfico, fue mucho más intensa frente a los cuerpos desnudos que incluso los rostros.
La conclusión de los autores es bastante “conclusiva”:
“Llegamos a la conclusión que el cerebro humano está sintonizado para detectar señales sexuales de los cuerpos humanos con rapidez, y que este proceso de categorización se refleja en el componente N170 ERP, sensible a las caras y los cuerpos. Tal autopista de percepción para el procesamiento de las señales sexuales es muy beneficioso para activar el comportamiento sexual y, posteriormente, asegurar el apareamiento y la reproducción”.