Supongamos que usted está buscando una casa o un departamento para comprar. Todas las semanas, con ilusión revisa las decenas de ofertas que aparecen en los diarios, revistas o separatas que llegan a su puerta. También sabe que existen 253 empresas constructoras en Santiago: un mercado muy competitivo. Le tenemos malas noticias, no hay tal competencia, y si usted pertenece a los grupos C2 o C3, le cobrarán por la casa o departamento que compre más de lo que este vale; porque estas empresas están involucradas en una colusión tácita; en sencillo, actúan como un monopolio.
Motivados por la curiosa mantención o alza de precios de las viviendas de la época de la crisis sub-prime, Fernando Lefort y Miguel Vargas de la Universidad Diego Portales llevaron a cabo un estudio que descubrió la existencia de una colusión tácita en el mercado inmobiliario de Santiago. Se entiende por colusión tácita el que dos o más empresas se pongan de acuerdo sin decirlo explícitamente para jugar una cierta estrategia respecto de los precios de los bienes con los que operan, y existen procedimientos algorítmicos para detectarlas -que fueron justamente los que ejecutaron los autores-, como detalla Miguel Vargas en un episodio del podcast The Peer Review (en el que participo como co-conductor) del Instituto de Políticas Públicas UDP.
En la entrevista, Vargas indica las rutinas que corrieron sobre los datos del mercado inmobiliario de nuevas viviendas de Santiago, tal como se expresan en un Working Paper del Banco Interamericano de Desarrollo (Lefort & Vargas 2011). En primer lugar determinaron cuatro sub-mercados inmobiliarios para la capital denominados S1 a S4 (siendo la S = submarket), de acuerdo con los datos del Censo 2002, para los diferentes grupos socioeconómicos (ABC1, C2, C3, D y E). El mapa de la distribución de estos submercados se presenta a continuación.
Determinar las características particulares de estos submercados considera aplicar un modelo de precios hedónicos. Se entiende por precios hedónicos la descomposición del bien que está investigando en sus características constitutivas, y la obtención de estimaciones del valor de cotización de cada característica. En el presente caso, los precios de las viviendas fueron descompuestos teniendo en cuenta las características de la vivienda en particular (precio, tipo –departamento o casa-, superficie, número de habitaciones, número de baños), las características de la ubicación (número de crímenes cometidos en el vecindario, distancias a la más próxima área verde, a autopistas urbanas, centros culturales, colegios, etc.) y las características ambientales (registros de la CONAMA).
Con estos datos a la mano, pudieron testear la colusión tácita con procedimientos que son variaciones del Generalized Moments Method (GMM). Los resultados del test de colusión tácita fueron positivos para los sub-mercados S2 y S3, esto es, las viviendas nuevas que se ofrecen a los grupos socioeconómicos C2 y C3 (que corresponden, según el estudio al 59,6% de toda la población de Santiago).
Tal como expresa el profesor Vargas en el podcast:
“En el grueso de la clase media encontramos evidencia de colusión tácita (…) [Se trata de] un porcentaje importante de la población y la vapuleada clase media (…) [Porque mientras] en el mercado de las familias de mayores ingresos los detalles son más importantes, la diferenciación de los bienes son más importantes, los costos de búsqueda son menores, el nivel de información y educación es mayor, y por lo tanto como demanda tienen un comportamiento más exigente. (…) En los mercados de clase media encontramos proyectos más grandes, que requieren inversiones mayores, maquinarias más sofisticadas, mano de obra más capacitada, ingenieros más calificados, lo que implica que en ese mercado debieran observarse mayores barreras de entrada [cuando en una industria no es fácil que se incorporen nuevos actores], y habiendo mayores barreras a la entrada tenemos que aumenta sistemáticamente la probabilidad de la existencia de colusión”.
5 comments
Clau says:
Nov 17, 2011
Está interesante el tema pero siento que como aquí sólo tenemos un extracto, cuesta entender todo el contexto. Así que, me leeré el working paper.
Saludos!
Ricardo Martinez says:
Nov 17, 2011
Claro, el detalle completo se puede encontrar también en el podcast
Fabián Maldonado C. says:
Nov 17, 2011
Interesante investigación que se me hizo corta. Lo que asusta todavía mas es que se intuye que éste modelo se aplica en general a la totalidad del mercado de bienes y consumos. TODO funciona de ésta manera. Desolador.
DANIEL says:
Nov 17, 2011
El “aspiracional” es la enfermedad de la que se aprovechan, culpa tb tiene la tele y el cine, que ponen de manifiesto lo que “deberiamos ser”. El mismo impulso que te hace escojer la polera marca Polo. Cultura de clases y de brechas gigantes en los ingresos.
Felipe says:
Nov 27, 2011
Ricardo, ¿contémosle la verdad a la gente? Para que entender qué es la clase media en su escencia, debemos remontarnos a la historia… en el pasado, existía La Nobleza y El proletariado. La primera eran los ricos y pertenecientes a los poderes políticos, la segunda eran los obreros y trabajadores. Luego aparecieron los Burgueses, propietarios de tierras y profesionales pudientes, que lograron movilizarse desde la clase obrera hacia la clase media. En este sentido, la clase media debiera considerarse como aquellos que NO son ricos (grandes empresarios, clase alta), pero tampoco viven con lo justo para vivir (clase baja), sino que del total que ganan pueden ahorrar, es decir mes a mes les sobra dinero (clase media, ex “burguesía”). Ahora te pregunto: a una persona con pareja e hijos que gana menos de 1 millón al mes, ¿le sobra el dinero? La respuesta rotunda es NO. Su nivel de vida frecuentemente le pasa la cuenta, y no logra ganar mucho más que eso. Entonces… ¿es de clase media? ¡¡ NO !! Es de clase BAJA !! …
Los C3 son clase baja y punto. El de clase media no debiera tener problemas para comprar viviendas.
Es el peor engaño para la gente. Los políticos no quieren decir a viva voz y gritar al mundo: La mayoría de los chilenos es de clase baja. Lo disfrazan diciendo “la clase media”… Es una estupidez, la clase media no hace mención a definiciones estadísticas como “la media” o “el promedio”, sino que se refiere a una clase compuesta por PROFESIONALES, EJECUTIVOS DE EMPRESAS (medianos – altos), Y EMPRESARIOS PYMES… éllos son la CLASE MEDIA. Dejémos fuera a los técnicos, los comerciantes, los empleados de empresas con rango bajo… ellos NO pertenecen a la clase media, son clase baja.
¡Entonces dejémonos de eufemismos! Toda esa gente que gana 400, 700, o 900 mil al mes es clase baja ! No pueden ganar más, tienen un techo, no pueden surgir, no los sobra dinero, ¿entiendes? ¡Es así de simple! Si tu estás entre 1 millon y 5 millones, puedes decir que eres de clase media. Por que te sobra dinero, pero no eres millonario. Si eres dueño de empresas y tienes gran poder sobre muchas personas y perteneces a un grupo selecto empresarial que está conectado con el poderl político, entonces eres de clase alta.
Dejemos de confundir a la gente… el 70% de los chilenos es de clase baja. Punto.