Estaba preparando otra cosa, pero la calentura de la noticia me obligó a tomar este desvío.
Justo hablando de Bertrand Russell en mi primer posteo y de cómo tratar de hacerle el quite a las ideas tontas y en eso que explota la bomba Mayne-Nichols/Bielsa vs Segovia/Piñera. Y, una vez más, siento que no nos cuesta nada agarrar papa, salir a las calles, alzar los puños, prender el ventilador y empezar a soltarla con balde. Y todo a base de confundir opiniones, especulaciones, datos reales y por confirmar. Da igual. Todo es verdad. Todos son hechos.
Y no es tal, creo yo. Y creo que así no vamos a llegar a ninguna parte, tampoco.
En apenas un par de días, he leido una cantidad tal de afirmaciones sin base ni fundamento (léase leseras (léase estupideces)), que me parece sensato invocar a don Bertrand, sobre la misma, para proponer una moción de orden entre tanta horda enardecida y vociferante y dedos que apuntan a todas partes en un frenesí que me tiene tanto o más descepcionado (y asustado) que las noticias mismas.
Primero, los hechos que podemos constatar simplemente observándolos:
- Jorge Segovia ganó la presidencia de la ANFP. Armando programa y lista en tiempo record.
- Bielsa se va porque no quiere trabajar con Segovia. Esenciamente, porque lo encuentra trucho y turbio.
Hasta ahí la noticia suena pésimo y, a uno que le gusta el fútbol, comparte el afecto mayoritario a la persona de Marcelo Bielsa y ha disfrutado de estos últimos años la recuperación de nuestra selección, no le queda otra que lamentar la decisión, enojarse con los que decidieron y temer por el futuro. Eso es lo que la evidencia me permite responder con certeza absoluta.
A continuación, una lista de afirmaciones que carecen de ese nivel de certeza, que he leido y escuchado insistentemente y que parecen explicar mejor la rabia del pueblo. Seré directo desde el principio. Creo que todas estas afirmaciones son, por muy razonables, posibles y probables que suenen, en estricto rigor, espurias. Por distintos motivos que iré explicando caso a caso.
Acá voy (Bertrand, te invoco. Socórreme en este trance)
El gobierno intervino directamente en las elecciones de la ANFP
Esta es la más seria de todas las acusaciones que andan propagándose, por todas las implicancias sociales y políticas que conlleva la posibilidad de que las autoridades encargadas de velar por los intereses comunes se dediquen a velar por los intereses propios personales de ellos mismos. Es una acusación gravísima que, de ser realizada con seriedad, debería llegar a la justicia. Hasta ahora, no obstante su gravedad, la única evidencia que se ha presentado al respecto es la realización de diversas llamadas de ministros y, ni más ni menos, que del Presidente de la República a presidentes de clubes, con el fin de influir en sus votos. Estas llamadas serían, de ser ciertas, parte de una estrategia concertada para sacar a don Harold de la ANFP.
OK, suena razonable, posible y probable. Concedido. Pero, a la luz de la evidencia, no pueden ser consideradas ciertas. Porque la evidencia, en este caso, es pobre. Y muy pobre, diría yo. Que yo sepa, las únicas dos personas que han dado fe de que estas llamadas existieron son Felipe Bianchi y Hermógenes Pérez de Arce. La información de Bianchi suena potente pero es, objetivamente, vaga: no sabemos quién llamó a quién ni por qué ni cuándo. Sólo sabemos que él puede dar fe de aquello y que estaría dispuesto a defenderlo en un tribunal. Nada de ello hace que su información sea más válida o confiable, lamentablemente.
La información de Pérez de Arce suena un poco más precisa. Él habla de unas llamadas de Piñera al presidente de Everton para que no bajara su candidatura, por ejemplo. Lamentablemente, la confiabilidad de las fuentes del señor Pérez de Arce me merecen serias dudas. En el caso particular, se trata de referencias a dichos referidos por terceras y hasta cuartas personas. Eso el columnista lo reconoce y nos invita a, simplemente, confiar en sus fuentes porque él cree que son honestas y fidedignas.
El problema es que si uno hace el ejercicio de evaluar sus fuentes más allá de su confianza personal en ellas, estas exhiben un historial de confiabilidad más bien pobre. Por ejemplo, las fuentes del columnista (que podemos asumir razonablemente que no son diferentes a las que cita ahora) hicieron bien poco por mostrale que durante la dictadura en Chile el gobierno participó de violaciones a los derechos humanos o que existía una fortuna multimillonaria de Pinochet escondida ilegalmente en bancos extranjeros. Estos hechos, establecidos por investigaciones judiciales nacionales e internacionales, según HPdA (y sus fuentes, podemos asumir razonablemente) fueron explicados hasta el cansancio por el columnista como el producto de una estrategia internacional concertada. Así las cosas, resulta pasmosa la facilidad con que nuestra prensa y nuestra turba enardecida lo tiene de testigo clave en una acusación de, ni más ni menos, conspiraciones y abusos de poder. Podremos convenir en que en ese item, al menos, la confiabilidad del testigo está seriamente comprometida.
Finalmente, muchos han presentado el compromiso del Presidente Piñera de gestionar platas del proyecto Bicentenario para la remodelación del Estadio Sausalito como evidencia de la maquinación. Ahora bien, la única manera de establecer una relación causal entre la elección de Segovia y las platas del Sausalito es, claro, asumiendo que existió la colusión y la intervención que todos reclaman ahora. A su vez, la única evidencia para ello con la que contamos son los dichos imprecisos de Felipe Bianchi y los imprecisos y poco confiables de Hermógenes Pérez de Arce. En otras palabras, la relación causal aquí es, en el mejor de los casos, puramente especulativa. Si de algo podemos acusar con certeza a Piñera a partir de esta evidencia, es de lo que ya está más o menos sabido: que hace rato que le está fallando el sentido de la oportunidad política.
Igualmente distantes de una relación causal sólida son las historias negras del señor Segovia, que lo retratan como un dirigente desleal y un empresario avaro e inhumano que incluso llegó a acusar a su padre de incapacidad mental para ganarle unos juicios por plata. Salvo convencerme de que no quiero salir a carretear con el señor Segovia ni prestarle plata, no veo cómo estos datos me ayudan a confirmar o no la acusación de que el gobierno intervino en las elecciones de la ANFP.
La elección de Segovia no consideró el sentir de la hinchada, del pueblo
Este reclamo me parece de lo más sorprendente por lo potente y frecuente que se ha hecho. Pero es engañoso, creo yo. Lo que lo hace engañoso es que tiene una parte de verdad indiscutible: como dato empírico es cierto. Así fue no más. Nada qué decir. Los presidentes del fútbol no consideraron el deseo de la hinchada, que quería que se quedara Bielsa (quizás más que Mayne-Nicholls). Pero, a su vez, tiene un lado falso y es que ésto se presenta como una falta de los dirigentes que votaron por Segovia y respecto de la cual debiésemos sentirnos molestos. Y a mí me cuesta ver cómo o por qué.
¿Por qué debería haber sido de otra manera? La hinchada no vota por el presidente de la ANFP. Nunca ha votado. Nunca votará. Los que votan son los presidentes de los clubes.
“El fútbol es del pueblo”, dijo Bielsa y se mandó una de esas que se van a repetir por mucho tiempo. Reproducida en todas partes y utilizada como resumen de por qué las elecciones están, de alguna manera, viciadas por no pescar a la hinchada, la afirmación de Bielsa en torno a la naturaleza popular del fútbol son sinceras, profundas y las comparto. Pero creo también que debemos entenderlas dentro del contexto en que están siendo expresadas. El fúbol es del pueblo porque es de arraigo popular, porque es popular como actividad y como espectáculo (y hasta por ahí, nuestros estadios pasan más bien pelados). Sin embargo, la administración del fútbol no es una actividad popular en ninguno de esos sentidos. Los presidentes de los clubes no representan a la hinchada, representan a sus socios. Y los presidentes de las S.A.s no representan a la hinchada tampoco, sino a sus accionistas. Los que votaron por Mayne-Nichols tampoco estaban representando ni defendiendo los intereses del pueblo, sino a sus propias instituciones y electores. Asumir que es el deber de estas personas considerar los intereses o deseos de toda la población por sobre los de quienes los elegieron como sus representantes constituye una deformación de la realidad. Exigírselos y enojarse porque no suceda es, por lo tanto, injustificable.
Y, claro, tampoco demuestra ninguna colusión.
La derecha se adueñó del fútbol
Esta viene a ser la motivación básica de la maniobra de intervención y, quizás por eso mismo, constituya una creencia igual de malformada. De nuevo, sí, es un hecho: la derecha se adueñó del fútbol. Indiscutible. Lo que no entiendo es el alboroto. O quizás sí lo entiendo, pero lo encuentro un poco atrasado.
Como 40 años atrasados.
Desde la intervención del fútbol durante la dictadura militar que el fútbol ha sido dirigido y administrado casi exclusivamente por gente y grupos de derecha. A nivel de clubes y de asociación. Vean la lista de presidentes del fútbol chileno en Wikipedia. De más atrás en el tiempo no me pronuncio porque no sé quiénes eran. Pero desde los 70 en adelante se trata, la gran mayoría, de empresarios del mundo conservador. Con ejemplos suaves (Abel Alonso, otro español) y ejemplos francamente tenebrosos (Miguel Nasur). A nivel de clubes la cosa no ha sido particularmente diferente. Salvo al doctor Orozco, no sé de otros dirigentes que pueda fácilmente asociar a algún sector de no-derecha.
Como datos concretos en apoyo a esta afirmación, he leído esencialmente el hecho de que el ministro Lavín y el Presidente Piñera son accionistas de clubes que ahora controlan la ANFP. El resto consiste, luego, en asumir que otras autoridades o grupos de derecha participan de la propiedad de otros clubes. Y eso se presenta como noticia. O sea, noticia = novedad.
Es decir, en un país donde el 5% más rico es prácticamente dueño de todo lo que produce plata en Chile, me piden que me sorprenda porque ese mismo 5% es dueño de los equipos de fútbol (y ahora, por extensión, de la ANFP). Pucha, no puedo. O sea, me puedo enojar, me enojo, pero no me pidan que entre en estado de conmoción. Eso, en buen chileno, se llama rasgar vestiduras.
Ni tampoco me pidan que considere ésto como prueba de que existió una intervención. Porque no lo es.
El fútbol es un negociado
De nuevo, otra afirmación con la que estoy de acuerdo en la forma y en el fondo. Lo que no me cuadra es que se esgrima como si hubiese pasado ahora, recién, con esta elección. Que yo sepa, desde que Pelé demostró que se podían ganar millones de millones sin ni siquiera entrar a un cancha, el fútbol se transformó en un negocio. Y en un negociado. Y les sonará fea la palabra, pero es así.
Y era así cuando se perdió el gol Caszelly, cunado sufríamos con las chambonadas de Acosta y cuando gozamos con las hazañas de Bielsa. Y no recuerdo a mucha gente mascullando la rabia de que el fútbol fuera un negociado el día en que Chile le ganó a Argentina. Manifestarse horrorizado por ello ahora recién indica un alto nivel ya sea de ingenuidad o de doble estandar. Que cada cual escoja.
Y, claro, no constituye evidencia de una colusión o una intervención del gobierno en las elecciones de la ANFP.
En resumen. Por una parte, creo que estamos asistiendo a la creación de una verdad a partir de evidencia que, en el mejor de los casos, permite apenas especular. Todo basado inicialmente dos informaciones de segunda mano (una vaga, la otra poco confiable) y una evidencia circunstancial, que le dicen los gringos. Amén de una maraña de opiniones, presunciones, sospechas y especulaciones varias, en la que las teorías de unos se basan en las especulaciones de otro que se basan en las presunciones de otro más. Ello no ha impedido que un montón de gente las considere, sin titubear, como pruebas perfectamente convincentes de una conspiración. El enojo correspondiente, masivo y agresivo, se ha visto alimentado por dos descubrimientos noticiosos un tanto tardíos:
– que el fútbol en Chile es un negocio administrado por clubes y S.A.s que no son directamente responsables frente a la hinchada, el pueblo, o como quiera llamársele.
– que la derecha económica en Chile es propietaria de todo lo que produzca plata, incluyendo el fútbol.
Es decir, pasa exactamente lo que el bueno de Betrand Russell nos dice que pasa cuando uno adscribe a una creencia sin fundamentos (léase idea tonta): nos motiva a enojarnos y, en el enojo, pasamos a descubrir la rueda. Lo que nos enfurece aún más. Y a esas alturas ya no estamos pensando sino, simplemente, pateando la perra. Y sobre esa pateada de perra, empezamos a tomar decisiones inútiles o, de frentón, medias tontorronas. Inevitablemente, terminamos cazando brujas y atacando a quienes piensan distinto.
A mí eso me da susto. No sé a Uds.
No me malentiendan. Nada de esto tiene que ver con defender al gobierno. Políticamente, me declaro de opisición y, personalmente, comparto, además, todos los sentimientos de la mayoría respecto a este embrollo, a saber:
– El temor, que he escuchado con mayor insistencia, de que a la selección le empiece a ir mal y pierda todo lo ganado. Será un temor idiota. Pero los jugos de pelota estarán conmigo en ésta.
– Más que eso, comparto la tristeza de que se vaya Bielsa, quien consiguió, por sobre cualquier logro técnico o deportivo, devolverle a la actividad futbolera gran parte de su humanidad e integridad. Y esa humanidad se metió en nuestras cocinas, carretes y oficinas. Nos hizo más felices y cariñosos con nuestras familias; nos puso ideas nobles en la cabeza. Eso es impagable y siento que muy, pero muy poco valorado.
– La rabia de que existan personas en Chile que estén tan aferradas a sus ambiciones que sean incapaces incluso de tomar decisiones estratégicamente ventajosas si es que éstas van en su desmedro financiero. Si Piñera se hubiese liberado de sus acciones en Colo Colo, si el otro ministro no se las hubiese vendido a un pariente de Piñera…, qué se yo. Pero no. Ninguna consecuencia política ni de imagen pública es más importante que sus millones. Impresentable.
Lo que no comparto, claro, es la facilidad con la que establecemos relaciones causales a partir de evidencia prácticamente inexistente y la rápidez con la que tomamos partido y convocamos a acciones concertadas sobre la base de la creencia en esas relaciones causales. Y todo ello promovido principalmente por el miedo (a perder lo que se ha conseguido y al poder absoluto en las manos equivocadas), la tristeza (de perder un muy bonito proyecto y los sueños que venían con él) y el enojo (de ver tanta pérdida). Todos ellos sentimientos totalmente entendibles y compartidos, pero pésimos consejeros a la hora de formar convicciones.
Y el punto en mi posteo anterior (o sea, el de Bertrand Russell, claro) era exactamente ese: que es razonable recelar de aquellas convicciones que vienen 1. sin el apoyo de evidencia observable y 2. que vienen teñidas de sentimientos y pasiones negras. La posibilidad de que estemos errados es tan alta bajo esas circunstancias, nos dice Russell, que existe la posibilidad de que nuestras acciones resulten ineficaces para conseguir lo que sea que queramos conseguir para mejorar las cosas.
Y a la luz de este caso, parece que eso es exactamente lo que estamos haciendo. Para creer totalmente en una intervención política, gravísima moral y legalmente, del Presidente de la República, por lo visto no necesitamos ningún tipo de investigación periodística, policial o administrativa alguna. Basta con que un periodista deportivo y un columnista de diario nos lo confirmen con tono de convicción absoluta y nos aseguren que la informción viene “de buena fuente”. Por sobre todo, parece que basta con nuestro deseo de confirmar nuestras sospechas. O, en otras palabras, con que nos digan lo que queremos escuchar.
Según el posteo en cuestión de Hermógenes Pérez de Arce: “Ni siquiera se necesitan las huellas digitales para probar la injerencia presidencial, sino apenas dos dedos de frente.” Y veo que mucha gente a mi alrededor sigue ese principio sin mayores vacilaciones.
Y eso me asusta reharto.
Porque significa que estamos construyendo un mundo donde la verdad no necesita ser confirmada para ser aceptada. Eso le hace mal a todo lo que creo que es bueno en la vida. Trabajo de investigador. Soy un científico (quiero serlo, me entreno para serlo). Creo, luego, que la verdad es buena. Preocuparse por confirmar la verdad más allá de nuestras intuiciones hace la diferencia entre el pensamiento inteligente y el mero sentido común. Y creo que cuando no exigimos rigor en la búsqueda de la verdad (cuando no evaluamos las fuentes, cuando establecemos verdades basándonos en la mera especulación, cuando nos conformamos con la idea de que las cosas “se caen de maduras”) ponemos un obstáculo más en nuestro camino la verdad.
Como todos ahora creen saber lo que pasó, ahora jamás sabremos lo que pasó.
Así las cosas, mi invitación, humilde y pequeña, es a volver a entrenar un poco de sano escepticismo, a revisar las bases de nuestras convicciones de manera desapasionada y, como consecuencia, a exigir de nuestras fuentes de información mayor precisión y rigor del que nos están ofreciendo actualmente. Porque, así como vamos, terminaremos creyéndole solo a los que griten más fuerte.
Si no lo hacen por mí, que mal que mal no soy nadie para andar pidiéndoles que cambien de opnión, al menos háganlo por Bertrand Russell, que, ese sí, tenía mejores fuentes que yo.
Si no lo hacen, terminarán como Hitler, acá abajo, que pasa por todas las especulaciones que discuto acá y se convence sin evaluar la veracidad de ninguna de ellas.
27 comments
Macana says:
Nov 6, 2010
¿Es inverosímil la acusación de Bianchi? No.
¿Es posible? Si.
¿Piñera ha realizado llamadas a escondidas para tratar de perjudicar a un oponente? Si.
¿Piñera ha realizado operaciones económicas que rozan lo ilegal en Chile para después negarlas pero sin defenderlas en un tribunal judicial? También.
Sin acusaciones y sólo por el “prontuario” (¿no que les gusta tanto la detención por sospecha a algunos?), bien vale investigar, se han hecho comisiones investigadoras en el congreso por cosas harto más irrelevantes.
Finalmente, si Piñera y su consuegro son dueños del 40% del club que armó la lista de Segovia, o sea, los principales accionistas beneficiados, ¿no pudieron hacer algo al respecto? No les solicitaron un ‘visto bueno’. Es una especulación de la conspiración mas creíble del mundo, precisamente porque sus sospechosos no quisieron hacer nada para evitarla: confían en la mala memoria de todos nosotros.
¿Es torpe quitar el CDF? Yo creo que en este caso es la única forma de mostrar disconformidad, si el fútbol es un negocio y el canal es parte del botín, no lo veo como torpeza. En el fondo es lo mismo que harán algunos auspiciadores cuando abandonen la selección. Doy firmado que pasará. La marca se ensució.
Finalmente otro punto: hay que ser muy ambicioso para destruir la marca mas creíble del país con el riesgo de perder muchos auspiciadores para sólo ganar unos millones más directamente en vez de esperar y ganar muchísimo más en el largo plazo (¿algún economista se atreve a especular cuanto bajará el valor de la marca ‘selección chilena’ sin Bielsa? Porque es de ciegos asumir que se mantendrá igual, dudo que sodimac crea lo mismo)
Daniel Muñoz says:
Nov 6, 2010
1. Totalmente de acuerdo: la situación es sospechosa y llama a gritos una investigación qué nos permita saber qué pasó exactamente. Mientras eso no pase, prefiero restarme de la discusión basada en conjeturas, especulaciones y predicciones. Entre otros motivos, simplemente porque mi opinión de los involucrados y del tema la tengo bien formada desde antes y sobre la base de hechos efectivamente confirmados.
2. No creo que salirse del CDF por este motivo sea torpe, digo que es inútil. Porque no cambiará los hechos ni nos acercará a la verdad de este misterio. Puedo entender, perfectamente, que la gente lo haga como una manera de protestar y ahí no puedo sino defender el derecho a pataleo de cualquiera que lo quiera ejercer.
Gracias por comentar!
Remis says:
Nov 6, 2010
yo prefiero a Mr. Hilter http://www.youtube.com/watch?v=NqJQ8RD7-Nw
Daniel Muñoz says:
Nov 8, 2010
Por qué Monty Python siempre se ve más radical que cualquier cosa que uno haya visto?
Tomas bradanovic says:
Nov 6, 2010
La verdad no existe y Bertrand Russell fracasó en su intento de establecer un sistema axiomático perfecto, la Summa Mathematica (o como se escriba) fue derrumbada con un solo paper de Goedell (o como se escriba).
La “verdad” es lo que percibe la mayoría de las personas, nada más que eso y en este caso -en mi opinión al menos- es claro que se instaló la idea que el presidente tuvo una rabieta por los desprecios de Mayne Nicholls y Bielsa, por eso movió los palillos para sacarlos.
No creo que exista otra explicación más lógica y sencilla para el encadenamiento de cosas que pasaron desde los desprecios hasta la elección. Un tremendo error del presidente, torpeza extrema porque si de ahora en adelante a la selección le va mal, lo culparán hasta que se muera, porque ya está instalada la idea que el es el culpable. Creo que el ego le hizo una mala jugarreta.
Y si las cosas tuviesen que “probarse” para ser verdad nadie ha probado que el General Pinochet ordenara abusos contra los derechos humanos, se podría armar una teoría que todo se hizo a sus espaldas. Otra cosa es lo que crea la mayoría de las personas.
Daniel Muñoz says:
Nov 8, 2010
1. Las verdades empíricas en las que se basa la ciencia sí existen. Que tengan problemas en pasar el test de la blancura metafisica es otro cuento en el que no me meto, porque capaz que diga algo que haga que Remis opte por la vía violenta conmigo.
2. Los éxitos y fracasos intelectuales de Russell tiene poco que ver con lo que planteo acá como sugerencias para no sostener creencias sin fundamento, que es muy general y simple. Podría ni haber citado a Russell.
3. De acuerdo, la mejor explicación por el momento es la de la colusión/intervención. Eso sí, concordemos en que, como explicación, no es necesaria para que haya sucedido lo que sucedió. Podría haber sucedido lo mismo mediante maquinaciones de otras personas, por ejemplo. Seguimos necesitando algo de evidencia un poco más sólida que unas oídas de tercera y cuarta fuente.
4. Sólo planteo que, cuando sea posible, ojalá poder confirmar nuestras creencias con la evidencia más sólida que podamos. Entiendo que no todo se puede conmprobar. A Pinochet no le comprobaron que dió las órdenes, pero sí que su gobierno participó de crímenes contra los DDHH (que es lo que digo). La evidencia para ambas acusaciones es bastante más sólida que la de ahora y permite sostener una creencia mucho más fundamentada.
5. Uf. Weno el comentario. Me hizo pensarla más todavía. Se agradece.
guillermo says:
Nov 9, 2010
Está probado, más allá de toda duda razonable, que Pinochet dirigió una organización terrorista de estado que violó sistemáticamente los derechos humanos en Chile. A otro perro con el hueso del negacionismo.
Daniel Muñoz says:
Nov 12, 2010
Valga la aclaración, entonces:
Cuando dije que no estaba comprobada su participación estaba pensando en términos oficiales, legales: No está legalmente probado (porque, hasta donde sé, nunca se llegaron a terminar los procesos judiciales al respecto), la participación directa de Pinochet en los innumerables crímenes de la dictadura en Chile.
Ello es totalmente compatible con lo que indicas en orden a que, si lo interpeto bien, la acumulación de evidencia indica, más allá de cualquier duda razonable, que aquello sucedió así. Independientemente de los resultados (inconclusos) de los procesos judiciales.
Eso. Nada de negacionismos.
No creo por nada en el mundo que la certeza histórica se reduzca a las historias oficiales ni que las historias oficiales se reduzcan a las verdades administrativas.
guillermo says:
Nov 12, 2010
De acuerdo, Daniel. La manida idea de que la función de establecer la verdad pertenece a los tribunales de justicia puede calificar como una de las ideas bobas o tontas. De hecho nadie en su sano juicio cree realmente eso.
Sobre si se probó loegalmente o no, es otro tema. Pero ojo, que el juicio haya terminado no significa que se haya probado o no algo. La función de los jueces no es establecer la verdad, sino, en el caso penal, fallar y decidir si alguien es culpable o no con el objeto de aplicarle una pena.
yerkoturbina says:
Nov 6, 2010
Amigo Daniel, que grato es que de tema tan coyuntural se pueda comentar algo realmente trascendental e importante… y mis disculpas si antes por falta de tiempo no he podido comentar tus post que he leído, pero en este caso merece ‘perderlo’…
Es muy loable la intención de mantener la certeza, fundamento de la actitud científica, pero afortunada e inevitablemente las cosas están cambiando. El viejo modelo de ‘evidencias observables’ limita al ser humano, no como ente capaz de observar, sino como ser vivo capaz de vivir en paz: el fin debe ser el equilibrio emocional personal y colectivo.
Tradicionalmente existen dos tipos de conocimiento:
– el exotérico o tradicional que es causal, lineal, visible, medible, predecible y sobre todo racional; aquel que fue impuesto en la cultura con el imperio del método y hasta ahora es admirado por los cientistas como una imagen divina, tildando de ‘blasfemia’ lo que no se adecue a esos parámetros, y
– el esotérico que es invisible, indirecto, analógico, inmedible, impredecible, y sobre todo emocional… históricamente discriminado, ridiculizado, y hasta perseguido. Pero últimamente y de forma muy silenciosa se ha ‘infiltrado’ en la ciencia, como por ejemplo en la lingüística (metáforas lingüísticas) y la cosmología (el proceso para determinar la existencia de un ‘Hoyo Negro’). Como astrólogo autodidacta he tenido que desarrollar esta forma de comprender la realidad, teniendo en cuenta el hecho de que al ser un conocimiento emocional implica sentir la realidad desde la experiencia misma, desde el cuerpo, sentir el piso con los pies, la fuerza de gravedad en las rodillas con cada balanceo al caminar, sentir el corazón de otra persona sus rostro y sus ojos, forma de construir certeza que se nos ha quitado (o tal vez nunca la tuvimos, quien sabe!), pero que ahora en tiempos de crisis, inevitablemente vuelve para que la incluimos en nuestra forma de vida. La forma mas fácil de acceder a este tipo de conocimiento es… meditando. Académicamente el libro “De Cuerpo Presente” de Varela y otros, recoge la práctica de la meditación con intenciones académicas, pero que por su afán de justificarse epistemológicamente en función de ideas filosóficas muy complejas, resultó así también extremadamente complejo en su descripción, perdiendo la simplicidad de su fin y de su proceso, y la dificultad de llegar a todo público…
Ambos conocimientos son necesarios, el primero es parte del símbolo masculino/activo y el segundo femenino/pasivo, por lo que no se trata de cambiar uno por otro, sino de encontrar un equilibro entre ambos, vivir desde ambos. Y equilibro significa en sí mismo paz… paz del observador al observar, al analizar y al describir, como también que la intención sea buscar la paz de los demás. Hasta ahora, la ciencia solo busca tecnología, debido a que esta al mando del lucro de las grandes empresas: solo se desarrolla la ciencia que genera ganancias.
La certeza es una emoción… no es algo dado por la racionalidad… y es la emoción que crea realidad, desde una conclusión lógica, desde la evidencia empírica o… simplemente aparece, sin conocer el proceso que la produjo (por que precisamente tal proceso es incognoscible)… por eso es que en los últimos tiempos muchos niños (índigo, cristales, da lo mismo el nombre) sufren traumas por la imposición cultural del método, de la lógica y del ver para creer.
Muy cierto es cuando dices que no se puede afirmar desde el temor, la pena y la rabia… para la actividad científica tradicional, buscar certeza implica dejar de percibir desde las emociones, pero esas no son las únicas emociones que existen: no son todas negativas. Y, insisto, eso nos han querido hacer creer desde hace mucho tiempo: las emociones, el placer, pervierten el juicio y la razón. Eso es, de hecho fomentar vivir en el miedo, acudir al intelecto por miedo a mis emociones. Pero también esta la paz, el amor, la armonía; emociones que si son positivas para nuestra certeza, sin tener que pasar por el filtro del intelecto…
Las conspiraciones, o mejor dicho, la reacción de las personas ante ellas son un temón. Lo curioso es que teniendo esta explicación en cuenta, lo de afuera termina siendo un juego de probabilidades, nunca nada que afecte mi estabilidad, mi voluntad: si Piñera y Ruiz-Tagle intervinieron o no, solo ellos lo saben; el historial de ambos lo hace muy probable, nunca cierto al 100%… lo mismo para las conspiraciones mayores, como iluminatis, etc… pero ¿Que cosa es 100 cierto %? Yo puedo pretender que estoy tecleando frente al pc, pero ¿en realidad lo es?… lo único cierto es que NADA ES COMPLETAMENTE CIERTO, y el salto evolutivo que se nos viene es PODER VIVIR EN PAZ DENTRO DE NUESTRA INCERTEZA.
Personalmente me siento un científico, al caminar en la calle, en la micro en el metro, al observar a las personas, al meditar, al fumarme un pito o al pedalear a 50 Km./h; pero no para bucar patrones, describir o explicar la realidad, sino para dar paz amor a las personas y al colectivo mediante el conocimiento. Eso es para mí ser científico y creo que a estas alturas de la humanidad no puede ser de otra manera…
Recomiendo a) ver Documental “Y tu Que Sabes” o “What The ‘Bleep’ Do We Know?”, sobre física cuántica y realidad de probabilidades, y b) al pasar cerca de un árbol de tronco grueso, apoyar la mano izquierda, cerrar los ojos, entrar en las propias caderas y piernas, desde dentro y observar las propias emociones…
Saludos y bendiciones.
Daniel Muñoz says:
Nov 8, 2010
Gracias por el comentario y los saludos.
Pasas por hartas partes que en entradas futuras las voy a ir tocando (espero). Por lo pronto, espero retomar el tema de la ciencia detrás de las prácticas meditativas en alguna entrada futura. Gracias por poner desde ya el tema.
Por eso solamente me acotaré al tema del post. Creo, al igual que tú y que Tomás, que existen motivos importantes para no creer que existen las verdades absolutas o, al menos, para desconfiar de ellas. Sin embargo, mi punto es todo el rato que, si bien comparto la idea de que la mente tiene un límite de acceso a la experiencia humana completa, también comparto la idea de que ese límite no está, por ejemplo, en las creencias sin fundamentos. Creo que nuestra racionalidad nos dá para muuuucho más que asumir que algo pasó simplemente porque, según yo, es reprobable o “cae de cajón”.
Una cosa es que todo lo que creemos esté 100% comprobado (que es imposible), otra cosa es que no necesitemos ninguna prueba para creer las cosas.
En fin, se nos vienen wenas conversaciones virtuales por lo visto.
Gracias, de nuevo.
Memo says:
Nov 6, 2010
“Personalmente me siento un científico, al caminar en la calle, en la micro en el metro, al observar a las personas, al meditar, al fumarme un pito o al pedalear a 50 Km./h; pero no para bucar patrones, describir o explicar la realidad, sino para dar paz amor a las personas y al colectivo mediante el conocimiento. Eso es para mí ser científico y creo que a estas alturas de la humanidad no puede ser de otra manera…”
FUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU…
Tomas bradanovic says:
Nov 6, 2010
¿De donde habre sacado Summa Mathematica? era Principia, debe ser el copete. No es bueno escribir comentarios en estado de ebriedad.
Daniel Muñoz says:
Nov 8, 2010
1. Ni sabía de lo que hababas, así que pasó piola. Al menos para mí.
2. Leí la entrada “El acto estúpido” en tu blog y toi plenamente de acuerdo. Aunque agregaría que el primer acto estúpido quizás fue que Piñera no se desprendiera de las acciones de Colo Colo.
3. Lo que son las cosas. Yo escribo mejor con copete.
Saludos
Tomas bradanovic says:
Nov 8, 2010
Ah Daniel, justo hace unas semanas yo había colocado un post sobre el asunto Russell-Godel si tienes tiempo échale un vistazo
http://bradanovic.blogspot.com/2010/10/matematicas-no-es-ciencia.html
Y bueno, yo siempre he admirado mucho a Dylan Thomas que creo que no escribió una línea sobrio en su vida jaja
Daniel Muñoz says:
Nov 8, 2010
Pa ya voy. Gracias.
Mauricio López C. says:
Nov 7, 2010
Querido Daniel:
Si bien es de esperar que se deba establecer qué pasó en realidad, yo defiendo las reacciones, como lo que son, reacciones de piel por algo que se tomó como una idiotez producto de la ambición, una ambición desmedida y descarada. Si se le quería hacer daño a una nueva directiva que para practicamente todo el hincha de a pie es espuria e innoble, el medio era a sus bolsillos.
Pienso honestamente que en el frágil historial de ‘conducta’ de nuestra selección, el daño en este caso ya está hecho y es muy probable que los próximos resultados deportivos no sean favorables (por lo menos, veo como muy improbable que los resultados sean positivos).
Si, se que esto es sólo especulación, pero es que pongámonos la mano en el pecho y reconozcamos que, siendo Chile como es, y aun habiendo un posible caso de tráfico de influencias (en caso que las acusaciones en contra de Piñera fueran ciertas) NADA así como un juicio VA A OCURRIR. O sea, aquí lo que ocurrió fue que sólo por la ambición de algunos sospechosos personajes que llevan años profitando del fútbol y sus nuevos amigos y tontos útiles, se sacó a una directiva razonablemente eficaz y claramente superior a lo que ellos habían hecho en años, se despreció y tiró a la basura el prestigio que la selección había ganado con esfuerzo. Eso es meter la cabeza del fútbol al water por un puñado de dolares.
Quizás lo del CDF es un gesto inútil, pero ante las seguramente nulas consecuencias de todo este amargo asunto, pienso honestamente que un peor signo como sociedad y una muestra de ingenuidad lamentable a esta altura hubiera sido ponerse a esperar en total abulia un proceso judicial que no ocurrirá. Como tu bien dices, ya no hay nada que hacer así es que por qué no desquitarse con lo único que les podría doler, la plata. Especialmente sabiendo lo poco que les importa el fútbol chileno a la nueva dirigencia de la ANFP. Son ellos los que apoyan y cobijan a las barras bravas, los de numerosos escándalos y asuntos bochornosos (he aquí otro que agregar a su palmarés). Así es que Bertrand Rusell tendrá que interiorizarse un poco más de como funcionan las cosas en Chile.
Daniel Muñoz says:
Nov 8, 2010
Totalmente de acuerdo.
1. Entiendo las reacciones de todo el mundo y las comparto. También estoy consternado, enojado, frustrado, triste y medio asustado, la verdad sea dicha.
2. No obstante, insisto en que no podemos saltar a la pelea sobre la base de armar una realidad con cero evidencia que la sustente. Ya viste lo que nos pasó con Gemita Bueno y eso que ahí sí habían acusaciones con algo de detalle.
3. Finalmente, lo único que digo es que gente inteligente y razonable asuma que una acusación de intervención tan seria como ésta es cierta sobre la base de esta información (cito textual el blog de Pérez de Arce):
“…llamé al amigo que me había dado la información. Éste me dijo que un amigo suyo de toda confianza la había oído de labios de una hermana de Antonio Bloise, en una conversación informal, a raíz de una reunión de apoderados del Colegio La Maisonette.”
O sea, un amigo que escuchó de un amigo que escuchó a la hermana (durante una reunión de apoderados, cáchate) del presidente de Everton.
Esa es la evidencia más sólida que existe hasta ahora.
Entonces, una cosa es frustrarse y otra no ejercitar el derecho que todos tenemos a decidir de manera informada a qué le vamos a creer o no.
4. Qué alegría pelear contigo en este lugar virtual. Sos grande.
Un abrazote
Ricardo Martinez says:
Nov 7, 2010
Por favor, lean la columna de Carlos Peña hoy… lejos, la más ácida que ha escrito: http://bit.ly/9rskG0
guillermo says:
Nov 9, 2010
Creo que Peña encontró el tono… No más el profesor, el estilete es mejor… además así uno no le pide coherencia 😛
Daniel Muñoz says:
Nov 8, 2010
Demonios,
tienes razón.
con sangre negra.
Weeena.
guillermo says:
Nov 9, 2010
Daniel: La Tercera del domingo da como hecho que Ruiz Tagle, siendo subsecretario del deporte empezó a maquinar la lista opositora: “El gesto de Mayne-Nicholls de tener como huésped a Michelle Bachelet en la concentración fue resentido en La Moneda. Los conflictos se agudizaron cuando el presidente de la ANFP detectó que Ruiz-Tagle estaba organizando una lista opositora entre los dirigentes de clubes presentes en Sudáfrica” (http://latercera.com/noticia/politica/2010/11/674-305386-9-la-guerra-del-futbol-que-se-juega-en-la-cancha-politica.shtml).
guillermo says:
Nov 9, 2010
Otrosí:
Daniel. Creo que el punto es simplemente si hay un caso para investigar. Y al parecer sí lo hay.
(a) Distintas personas dicen haber sabido de llamadas de La Moneda (HPdA, FB y la Alvear)
(b) Un periódico de derecha (La Tercera) reconoce que Ruiz Tagle, siendo subsecretario,maquinó una lista contra HMN
(c) HMN y Ruiz- Tagle se enfrentaron públicamente mientras este era subsecretario. HMN dijo que R-T y otros estaban interviniendo ilegítimamente
(d) SP tiene intereses económicos directos e indirectos en ByN. Es posible que sea el controlador del equipo.
(e) SP se beneficiaba directamente con la salida de HMN y la llegada de Córdova.
(f) SP se comprometió, pocas horas antes de la votación, a darles estadio a clubes que votaron contra HMN.
(g) SP tiene antecedentes de al menos dos casos en que realizó llamadas telefónicas privadas a amigos para obtener beneficios, vulnerando normas éticas o legales.
Pienso que todo esto permite plantear una hipótesis y sugiere llevar a cabo una investigación para dilucidar el entuerto. Por supuesto, es solo una hipótesis.
Daniel Muñoz says:
Nov 9, 2010
Wena. Sí. De acuerdo.
Y ahí está.
Suficiente, creo yo, como para tener sospechas fundadas, si el término existe.
A ver qué pasa al respecto, entonces.
Lo que más me interesa ahora es, en todo caso, ver cómo le hace SP para enfrentar un problema de imagen, donde, claramente, importa repoco si se puede o no demostrar su mal actuar. La idea está instalada independientemente de la evidencia, como dice Tomás más arriba, y bajo esas circunstancias es poco el margen de acción. Porque lo que sea (querellas, quedarse callado, defenderse, investigar, lo que sea) se interpretará fácilmente como otra maniobra tramposa, simplemente porque nadie estaba preocupado de las evidencias en primer lugar y porque justo la acusación es sobre manipulaciones turbias.
Va a estar interesante ahora.
Gracias por comentar, un abrazo.
Tomas bradanovic says:
Nov 9, 2010
Yo que Piñera le vendería mañana -y con gran bombo- todas las acciones a un palo blanco y chao, tal como hizo Frei en su momento. Y por supuesto no volvería a tocar temas de fútbol ni con el pétalo de una rosa. Con una cagada debería ser suficiente, pero el hombre es el único animal que tropieza varias veces con la misma piedra.
Para ser tan vivo en los negocios es increíble que Frei -que dicen que sacó el título con forceps- le haya ganado en viveza en este asunto ¿quien le reclamó cuando hizo la jugarreta? nadie, paso piolita.
Marco says:
Feb 5, 2011
Sr. Muñoz
Me parece sorprendente esta seuda intelectualidad; donde se intenta por todos los medios de mantener intocado a los poderosos. se necesita todo tipo de argumentos y pruebas para probarle algo que le afecta negativamente a estos personajes. Para atacar a los príncipes se requiere de un arsenal de fotografías, videos , documentos con firma de su puño y letra etc. Para atacar y destruir a un plebeyo se necesita tan sólo de un misero comentario. Intentas citar a un filósofo , para descontextualizarlo y ponerlo a la defensa de estos vulgar cahuín de palacio, casi farandulero.Pero se quedaron cortos con los efectos que que se desarrollaron, como siempre , creyeron como siempre que pasaría PIOLA . Sr. Muñoz, no se esfuerze tanto en parecer inteligente con esa berborrea seudo intelectual. No es más que un opinólogo, que se encuentra posiblemente sin querer defendiendiendo a los poderosos de siempre ( espero no ser tratado de resentido por estas opiniones; pués el poder frecuentemente se defiende con esos manidos argumentos) saludos a todos
Daniel Muñoz Acevedo says:
Feb 15, 2011
Hola Marco,
Lamento que hayas entendido esta columna como un intento de amparar a los poderosos, pues no creo que eso sea así. Ni en espíritu (que me lo concedes, gracias) ni tampoco en la letra (que es por donde la columna te parece mal).
Después de pensar sobre tu opinión un buen rato, llegué a la conclusióm de que mi discrepancia se resume en que, honestamente, creo que el hecho de que el mundo sea injusto no significa que el hábito y el deseo de querer confirmar las cosas de las que uno se entera sea malo. Creo que es al revés, puesto que el mundo es injusto, lo que tenemos que hacer es asegurarnos precisamente de informar adecuadamente nuestros juicios y opiniones de modo de saber a qué se parece la justicia que nos falta.
El ejercicio al que invité en esta columna era, precisamente, el de distinguir entre nuestras ganas de confirmar lo que creemos ya saber de sobra (como que Piñera es malo, por ejemplo) y la evidencia que se nos presenta.
Y haciendo el ejercicio, que es más bien de sentido común y no tiene mayor profundidad intelectual, resulta que, hasta el día de hoy, las llamadas en cuestión solo han sido confirmadas por una fuente en la que no confío para nada: Hermógenes Pérez de Arce (quien lo escuchó de un amigo al que le contó la esposa de alguien que escuchó cuando su esposo hablaba por teléfono. Literalmente) y otra que no aportó mayor precisión al asunto: Felipe Bianchi, quién lo recogió entre “conocidos”. Esa es la evidencia y yo creo que, como evidencia, es claramente pobre. Que sea lo más probabe es otra cosa y en eso seguramente estamos de acuerdo. Pero esa conclusión la sacamos en base a nuestras experiencias, nuestro conocimiento de las personas y de la vida, nuestras opiniones al respecto e, inevitablemente, de nuestros propios sesgos y prejuicios. No de la evidencia que, como digo, es mala.
En conclusión, creo que estamos de acuerdo en que nuestra justicia (la legal y la de la “opinión pública”, que le dicen) funciona de maneras vergonzosamente distintas entre los poderosos y el resto del mundo. Nuestra diferencia parece ser la diferencia entre la justicia de “dar vuelta la tortilla” y la de “la misma vara para todos”. Yo creo que la segunda es justicia de verdad.
Creo también que estamos de acuerdo en que es malo que a quienes no tenemos ningún tipo de poder (los”plebeyos” a los que te refieres) nos puedan juzgar sobre la base de un “mísero comentario”. La diferencia, por lo que entiendo, es que a mí me parece que eso es malo que eso pase con cualquier persona. Incluso con Piñera. Y por eso lo usé a él de ejemplo y por eso el título de la columna.
Saludos y muchas gracias por comentar.