Hace un tiempo, Dick, Barry y yo concluimos que lo importante es lo que te gusta, no cómo eres. Pero los libros, los discos, las películas importan. Seré superficial, pero es la pura verdad (Rob Gordon, Alta Fidelidad)
Cuando Dale Carnegie escribió en 1936 el primer superventas de autoayuda Cómo ganar amigos e influir sobre las personas no sospechaba que 75 años más tarde un equipo de Harvard iba a validar las ideas del libro con un estudio en el entonces inexistente Facebook. Pero así no más fue. Lewis, González & Kaufman (2012, “Social selection and peer influence in an online social network”) acaban de publicar en PNAS un notable estudio acerca de cómo se producen las amistades y cómo ellas influencian los gustos.
Los autores se agenciaron los datos demográficos de 1640 mechones de una universidad en los Estados Unidos (género, edad, raza, grupo socioeconómico –GSE–, carrera, residencial) y buscaron en la Red Social sus relaciones de amistad (a la que llamaron “lazo débil”), así como sus gustos en música, cine y literatura. A lo largo de cuatro años (entre 2006 y 2009) siguieron la evolución de las amistades y los gustos, agregando a los nuevos mechones de cada año al proceso, para responder a una inquietud crítica: ¿la gente se hace amiga porque es parecida o se vuelve parecida a causa de la amistad?
Los resultados básicos del estudio son los que se podría suponer: las personas se hacen amigas, en primer lugar si viven en la misma residencial, en segundo lugar si estudian la misma carrera y, en tercer término, si son del mismo GSE, como ilustra el siguiente gráfico.
Su segundo análisis tenía que ver con si las similitudes en gustos realmente tenían algún peso para la selección de nuevas amistades. Para ello desagregaron las categorías de la siguiente manera: música (pop, rock clásico, hip-hop/R&B, indie/alternativo, música clásica/jazz), cine (comercial, comedia negra, romance, thriller, pícaro/gore), literatura (clásica, escolar, infantojuvenil, alegórica, existencial). ¿El resultado? Solo los gustos de rock clásico, música clásica/jazz, comedia negra y pícaro/gore parecían ser predictores de la selección y mantención de nuevas amistades. Para ello aislaron una serie de otros factores de modo de determinar el real influjo de estos gustos en las selecciones. Los datos en el cuadro siguiente, en asterisco los gustos significativos estadísticamente.
Por último, a partir de las nuevas amistades, Lewis et al. (2012:70) trataron de dilucidar si ellas influenciaban en en la adqusición de nuevos gustos. La respuesta es un casi rotundo NO. El único gusto que viraliza es el de la música clásica/jazz, como ilustra el último cuadro.
Varias lecciones se pueden sacar del estudio:
- Si quiere hacer nuevos amigos, lo más fácil es que vaya a vivirse a una residencial.
- Si quiere que sus gustos le consigan amistades, vea cine pícaro y escuche rock, o vea comedia negra y escuche clásica o jazz.
- Si quiere –como Dale Carnegie– influir en las personas, escuche música clásica.
- Jamás, pero jamás crea que la música indie lo va a salvar, en el estudio se demuestra que esto NO gana amistades y que es una influencia negativa (la gente deja de tener gusto por esta música conforme pasa el tiempo). ::snif::
- Tampoco crea que si le gusta el mainstream (los hits, el pop) esto le va a ayudar a hacer amistades. Según el artículo, dado que la mayoría de las personas tiene estos gustos, ellos no sirven para generar nuevos lazos.
2 comments
tommygun says:
Ene 17, 2012
Puta! y yo que me bajé toda la discografía de Sarah Records!
Orticario says:
Ene 24, 2012
Curiosamente la gran mayoría de mis amistades no va por cosa de gustos, y en casi todas, ninguna actividad profesional converge con la mía, si tienen en común que aprendo mucho de ellos, asi que supongo va por una xosa de “espiritu”