Sin dudar, diga rápidamente de qué color es la palabra final del letrero que portan los hinchas del Manchester City (que hoy, domingo 13 de mayo de 2012 se coronó campeón en Inglaterra). ¿Difícil?

Pues bien, en este letrero, curiosamente se mezclan dos de los más memorables hallazgos de las ciencias cognitivas en su historia: el Efecto Stroop y la teoría de los colores básicos de Berlin & Kay.

Vamos por parte. El Efecto Stroop fue documentado por John Ridley Stroop (“Studies of interference in serial verbal reactions”, Journal of Experimental Psychology, 1935) hace ya setenta años. Y consistía en el descubrimiento de una interferencia que se producía cuando se trataba de decir el color de una palabra, pero esa palabra era el nombre de otro color.

Ejemplo de tarea sin efecto Stroop en las primeras dos líneas y con el efecto en las siguientes:

Se ha documentado que el efecto permanece incluso si uno no es hablante nativo (L1) de la lengua en que están escritos los nombres de las palabras: el tiempo de reacción se alarga.

Pero, en el caso del cartel de los manchesterianos, ¿se produce o no Efecto Stroop? La palabra es “blue” y el cartel está en color “blue”, pero, para nosotros como hablantes de español, “blue” significa “azul”, y el cartel no está en azul, está en celeste. Esto nos lleva a un segundo problema, el de los nombres convencionales de los colores. Como ya hemos indicado en varios artículos, fueron Berlin & Kay (1969) quienes repararon en esto, y trataron de resolver el problema cognitivo-cultural de los nombres de los colores, llegando a que todas las lenguas parecían organizarlos según la siguiente secuencia:

No sé si habrá estudios (seguro que los hay) sobre efecto Stroop tomando en cuenta los colores focales, pero al menos para mí, la imagen es provocadora, como hablantes del castellano, para nosotros “blue” no es el color del Manchester City.

Nota: “Blue” es el color de la U 😉