Hoy ha aparecido una noticia en que el Gobierno ha anunciado el inicio de la construcción de dos nuevas líneas de la red del Metro de Santiago (la 3 y la 6).
Haciendo memoria recordé un artículo que nunca llegó a publicarse en una revista fantasma que nunca existió. Acá se los dejo actualizado.
Fantasmas en el Metro de Santiago
por Felipe Pumarino
Uno de mis solitarios pasatiempos en 1990 fue recorrer de cabo a rabo la red del Metro de Santiago. Acaso lo que más me llamaba la atención era un par de escaleras inútiles en el extremo oriente de la Estación Baquedano: podías subir a un “puente” que cruzaba hacia el otro andén y comprobar que replicaba la plataforma del frente (donde aún se emplazan las boleterías). Al explorar con detención descubrías dos pórticos mal disimulados en las paredes norte y sur. Todo apuntaba a que detrás de los mosaicos se escondía una estación olvidada.
A mediados de los noventa ese espacio fue ocupado por los accesos de la Línea 5. Misterio resuelto y el tema podía quedar hasta ahí: eso sólo si nuestro tren subterráneo no ocultara otras estaciones perdidas.
Cuando el Metro de Santiago fue diseñado en los años sesenta se proyectaron cinco líneas bastante diferentes a las que existen hoy. La ciudad era más pequeña y sus necesidades se intentaban adivinar confiando en las políticas de planificación urbana. Según ese patrón se trazaron las primeras dos líneas y se habilitaron las obras necesarias para acomodar sus expansiones.
Al ritmo de las erradicaciones militares, sin embargo, en las décadas sucesivas la capital creció caóticamente: en las fértiles tierras agrícolas del sur santiaguino se instalaron cientos de miles de familias. El viejo trazado del Metro, que soñaba con repoblar el casco histórico vecino al centro, quedó obsoleto.
35 años después de que el primer tren circulara bajo Santiago, todavía podemos vislumbrar lo que debió haber sido la red tal como la pensaron sus creadores. Resulta fácil advertir que sin razón aparente existen estaciones más grandes que el resto: es probable que al erigirlas se planeara recibir a las futuras combinaciones.
Un caso obvio es la enorme Estación Central, eje de una relegada Línea 4 que llegaría hasta San Bernardo a través de la franja ferroviaria: bajo el terminal de EFE existe un túnel sellado por el que cruzaría el Metro hasta llegar a Carrascal (precisamente en Matucana también pervive una tenebrosa vía semisubterránea aún usada por trenes de carga).
Otro ejemplo menos evidente es Franklin, donde subsisten pasillos sin destino y accesos tapiados. Por ahí habría de pasar la descartada Línea 5 original, que correría desde Maipú hacia Quilicura (!) atravesando el centro en Plaza Italia… esta es la verdadera explicación para las antiguas escaleras sin rumbo de Baquedano.
Hasta aquí hablamos de obras truncas; el término “fantasmas” les queda algo grande. En estricto rigor, existen estaciones aún más espectrales pues nunca llegaron a ver la luz. Es el caso de Torres de Tajamar, Mercado de Providencia y La Portada de Vitacura, que alcanzaron a ser bautizadas así en planos oficiales previos a la inauguración de la Línea 1. Un postrer rediseño de la ruta obligó a descartarlas antes de ser construidas.
Un folleto informativo distribuido en 1975 por la Dirección General del Metro puede servir para aclarar este enredo y conjeturar cómo se anticipaba el desarrollo de la red. Las estaciones fantasmas abundan: la Línea 2 contemplaba hacia el norte una extensión vía Independencia que hoy resucita en la Línea 3; por el sur el trazado y los nombres previstos para las estaciones recuerdan a la actual Línea 4A. Aunque la Línea 1 se había ordenado en Providencia, el curso del Metro se proyectaba hacia el oriente por Vitacura y al poniente por San Pablo: nada de eso pasó.
Un aborto reciente es el de la misteriosa “Estación sin Nombre” que aparecía en los primeros mapas de la Línea 5. Al cabo, la Estación San Eugenio -entre Irarrázaval y Ñuble- nunca se levantó dada la baja densidad poblacional del barrio Lo Encalada. Esa estrambótica franja está ocupada ahora por grandes talleres del Metro.
Fantasmas que penan
A la vez, en Santiago hay estaciones que sí se construyeron y no se usan. En sistemas de Metro centenarios -Nueva York, Londres, Madrid, Buenos Aires- es un fenómeno habitual. Se traza una nueva línea y una estación queda demasiado cerca de otra: la más vieja se clausura. Sorprende, empero, que un tren subterráneo que aún esboza su red ya tenga estaciones fantasmas en todo el sentido del término.
La más famosa de todas es la estación Libertad. Se ubica en la Línea 5, entre las estaciones Cumming y Quinta Normal. Está lista para funcionar: posee andenes, boleterías y escaleras hasta la superficie. Mientras el carro pasa sin detenerse es posible divisar sus instalaciones ocultas por paneles de madera. En el exterior, incluso, una plaza enrejada evita que los niños jueguen donde deberían emerger los accesos. ¿Por qué no se abre? La dirección del Metro estima que en el Barrio Yungay no existe una masa crítica de usuarios que justifique su entrada en operaciones. Paradójicamente, constructoras que han comprado terrenos en la zona aguardan a que se inaugure la estación antes de comenzar a edificar.
Una estación fantasma algo más rasquita es Echeverría, en la Línea 4A entre La Cisterna y San Ramón. Aunque se levantaron andenes y pasarelas no se ha completado la obra gruesa. La empresa también está a la espera de que la demanda justifique su habilitación. Lo mismo cabía para la estación San José de La Estrella de la Línea 4, entre Trinidad y Los Quillayes: al principio ahí sólo se erigieron pilares y vigas; luego la presión popular obligó a su apertura.
Y hay más. Oculta por tabiques metálicos en Cal y Canto existe una estación homónima, gemela y fantasma. El enorme cubículo -al norte de las instalaciones hoy en uso- alberga andenes, escaleras y el viaducto por donde van los rieles de una línea que cruzaría el río Mapocho hacia el norte.
El terremoto de 1985 impidió que la expansión del Metro continuara según el plan original: cuando veinte años atrás se decidió construir una nueva línea, las autoridades desecharon la red trazada en los ‘60 y optaron por disparar ramales hacia la periferia. Recién hoy confirmamos que la subutilizada Estación Irarrázaval será enlace para la redimida Línea 3 (que correrá entre Independencia y Peñalolén, cruzando precisamente por Cal y Canto, Plaza de Armas y Universidad de Chile; su color distintivo sería el café).
La dirección del Metro es muy suspicaz a la hora de permitir visitas a su infraestructura ociosa; sólo fotógrafos furtivos han podido recorrer estos sitios abandonados para rescatarlos de la leyenda urbana. De todos modos, si alguien desea conocer una estación fantasma le bastará pasear por el segundo nivel de la Estación Universidad de Chile. Con algo de imaginación -obviando los locales comerciales y centros de pago- podrá distinguir con claridad los andenes y plataformas por los que quizá en futuro cercano pasarán los carros de la Línea 3: al menos esa era la idea cuando se inauguró este enorme complejo subterráneo en 1975.
P.S.: a los “metrófilos” del alma les recomiendo matar neuronas con este eterno thread iniciado por un maniático, quien por cierto es chofer del Metro y sabe del tema mil veces más que yo.
17 comments
Javier says:
Dic 30, 2010
Excelente post.
Aunque no sean estaciones fantasmas, me atraen también los ductos de ventilación del metro. En especial dos:
– L5 yendo de Baquedano a Bellas artes, en el lado norte del túnel, unos 5 a 10 metros antes de la boca del andén. Hay una ventilación (me parece que es la de Jose miguel de la Barra esquina Monjitas) que en el fondo se observa una puerta. ¿a donde conduce esa puerta?
– L1 Entre Baquedano y Salvador, una de las ventilaciones tiene construida una escalera de concreto. A diferencia de las otras ventilaciones que generalmente son metálicas tipo tubo. ¿Porqué esa es distinta?
Metro esta lleno de no-lugares.
corrales(!) says:
Dic 31, 2010
Gran gran post… Los túneles siempre han llamado la atención de mí y de muchos. En el Instituto Nacional hay un anfiteatro a medio hacer: las llamadas catacumbas. En todos los años que estuve ahí, me quedé horas mirando por hoyitos de rejas architapeadas, un enormidad oscura y terrorífica, llena de escombros que, para mí, eran sólo memoriabilia. Es súper pulento el tema de las obras abandonadas o a medio hacer. Quizás más que metrófilo (que me encanta) soy tunelófilo (ja!)…, es como una atracción de cabro chico (algo de lo que no estoy muy lejos); el misterio, los laberintos, el qué pasó, son asuntos que siempre nos van a llamar la atención, porque como dice Pollo Valdivia: así somos. Por lo mismo también me gustan los edificios y las obras de ingeniería monumentales. Ver el costanera center me para los pelos; lo mismo la torre entel o lo que sea que tenga hormigón armado en grandes cantidades… Los vanguardistas italianos de principios del siglo XX, no eran tan dementes.
Acá en Buin, mi pueblo, hay unos túneles que recorren el pueblo entero. Dicen que vienen desde la Viña Santa Rita, hasta la plaza de armas misma. Dicen que por acá había una instalación de los jesuitas, que ellos hicieron los túneles quizás por qué razón. Después, expulsaron a los curas y ahí quedaron los túneles de ladrillo. El papá de un amigo entró en su juventud, como en los años 60’s (hoy el acceso que está cerca de estación de trenes de Buin, está lleno de basura). Caminaron como 40 metros, según me cuentan y se encontraron con una puerta enorme. Hasta ahí ya suena David Lynch, pero lo más divertido es que ellos creen que la puerta está debajo de una de las tres grandes cruces que hacen el perímetro del pueblo… Debería contarle esto a Carlos Pinto o a Jorge Baradit.
Pumarino es un seco. Larga vida a los tunelófilos (ja!).
Salud!
Pumarino says:
Dic 31, 2010
Gracias muchachos. Acá encontré una página con los antiguos rombos del Metro, está notable:
http://urbatorium.blogspot.com/2009/08/los-simbolos-de-las-estaciones-en-el.html
Saludos!
Angel says:
Ene 7, 2011
Excelente post , me encanta descubrir ”no lugares” como bien dijo Javier. ”Corrales” te recomiendo este grupo, de exploradores urbano, hace falta gente con iniciativa que ponga algún debate entretenido y hasta organizar una buena exploración y por que no el metro de santiago? http://www.flickr.com/groups/urbex-chile/
saludos!
CINE EN SU CASA: el Asedio Digital y Cultural a los Cines | TerceraCultura.cl says:
Ene 20, 2011
[…] destinado a una revista que nunca se publicó (si, la misma en la que debería haber aparecido el megapost de Felipe Pumarino sobre el Metro de […]
Alejandro says:
Abr 3, 2011
@ Javier.
La escalera de concreto entre Salvador y M. Montt es una salida de emergencia utilizada para el antiguo bucle (cambios de retorno) que se encontraba en la linea hasta 1978. También el diseño original de la linea 4 tenia muchas más estaciones que hoy y en vez de combinar en Vicente Valdéz con la linea 5 lo haría en b. La Florida. Por cierto cuentan las malas lenguas que abajo de Irarrazabal se encontraria otra estación fantasma, de echo cuando vienes de V. Valdéz antes de llegar a la estación se puede ver el enlace a medio terminar.
Saludos.
christian says:
Abr 24, 2011
Hola a mi siempre me gusto viajar en metro y sobre las historias de estación libertad y cal y canto las sabia de hace tiempo lo que no sabía era de la estación tajamares y mercado providencia lo que no se es como será la combinación de la linea1 con la línea 3 en U. de chile
Si harán una nueva estación bajo la actual o que y la gran pregunta que siempre me he hecho es ¿ QUE REPRECENTA LOS 3 ROMBOS DEL SIMBOLO DEL METRO????
Andrés says:
Oct 4, 2011
Representaría una M de “Metro” estilizada.
Andrés says:
Oct 4, 2011
Excelente artículo, Sr. Pumarino. Suelo devorarme los reportajes respecto a este y otros temas (Como el FFCC de Circunvalación, la Estación Providencia, el túnel que unía la Estación Central con la Mapocho, etc.
Habría que agregar que bajo la enorme Estación Quinta Normal habría una estación homónima para un servicio de FFCC desde Est. Central a Til Til. Recuerdo haber visto una representación en 3D de eso en el sitio web de Metro, durante la construcción de la Est. Quinta Normal. ¿Que irán a hacer con todo ese espacio en el que se invirtió dinero?
Finalmente, quisiera mencionar la señalética de Metro apenas inaugurado. Tengo la imagen grabada de una micro (Diagonal) acercándose por Avda. Matucana hacia la Alameda. Podía ver el frontis de la Estación Central emergiendo, y con ella un letrero con un rombo negro, con una silueta blanca de una locomotora. Al parecer, eso era todo…y funcionaba! A partir de eso me entretenía ir descubriendo los logos de cada una de las otras estaciones en ese entonces.
Otra cosa que me llamó la atención (décadas después) fue la señalética externa de la L5, con extensos letreros horizontales, que tal vez emulaban aquéllos de las estaciones nuestra otrora compleja red de FFCC.
Un cordial saludo (y a todos los “metrófilos”).
Andrés.
Felipe Morales says:
Mar 15, 2012
Excelente post, no soy de Santiago pero no sé que carajo tiene el metro que me encanta usarlo cada vez que voy, recuerdo una vez haber dado vueltas desde quinta normal cruzando tooooda la línea 4 y 4A hasta llegar a la L2 y de ahí a Sta. Ana para volver a Quinta normal hahaha Gran post!
Saludos
juanpepe3223 says:
Sep 28, 2012
No sólo estaciones fantasmas existen en la red de metro santiaguina. Al construir la línea 1 se dejaron edificados sendos pasos bajo nivel con el objeto de soterrar el cruce de algunas avenidas con la Alameda. Evidencia fotográfica existe al menos del que fue pensado para desnivelar Vicuña Mackenna, el que se encuentra listo para su conexión a la vialidad existente, claro, bajo varios metros de tierra y pavimento. Seguramente será trabajo para los arqueólogos del futuro, onda planeta de los simios. Algo tarde, pero igual, excelente artículo.
Felipe Pumarino says:
Sep 28, 2012
Es totalmente cierto. Desconocía el dato de Vicuña Mackenna, pero sí hay constancia de que cuando se construyó la Línea 1 quedaron listos bajo la Alameda los pasos bajo nivel en Santa Rosa, San Martín y Dieciocho. En el libro ‘Santiago en el Tercer Cuarto del Siglo XX’ (1975) de Juan Antonio Parrochia -artífice del trazado original del Metro- aparecen fotos que muestran esas enormes cajas de concreto subterráneas a las que sólo le faltan las rampas de acceso para ser habilitadas para el tráfico. Por motivos incomprensibles nunca han sido abiertas; de todas esas obras fantasmas solo se concretó el paso San Diego-Bandera.
Muchas gracias, estimado.
jorge apud says:
Sep 29, 2012
Excelente documento. Se han fijado las escaleras en los túneles? yo he visto una muy escondida entre Neptuno y San Pablo (L1) (al lado derecho yendo desde San Pablo a Neptuno)otra que me llama la atención es la escalera oculta llegando a Vicente Valdés (L5) también al lado derecho del túnel. Otra cosa que me llama la atención es la puerta de madera llegando a Baquedano desde Bellas Artes (L5). Eso, saludos a los metrófilos, tunelófilos y demases.
Rocío says:
Oct 27, 2012
Me gusto demaciado, aprendi cosas de Santiago.
Amo andar en metro, me gusta fijarme en cada detalle y aqui me di cuenta de que no todo lo sabia… Si sabia de estaciones que nunca fueron, que nunca funcionaron y me dan cuco xd.
Gracias por la informacion 😀 asi aprende mas uno de Santiago bonito xd
JUAN says:
Jul 27, 2014
AHI TAMBIEN DICE 1975 METRO BARRANCAS PERTENECIA A LINEA 1
Carlos says:
Sep 25, 2014
Con respecto a los pasos bajo nivel en la Alameda, ¿el que está entre la UC y el cerro Santa Lucía es otro de ellos?
Francisco Martínez Osses says:
Sep 28, 2014
Hola yo soy un viejo de 67años de la ciudad de Concepción, fanatico de los misterios y de los tuneles antiguos , les cuento que aca en Concepción hay un tunel entre el liceo Enrique Molina Garmendia de Hombres y a dos cuadras bajo tierra en donde existio hacen muchos años un convento de monjas , yo se que el tunel aun existe pero no se con quien ablar para solicitar el permiso para investigar , tambien hay otros tuneles que salen de antiguas iglesias en dirección al cerro Caracol, bueno lo de Buin me intereso bastante y estoy abierto a conversar con otras personas para ver si podemos agruparnos y tener más posibilidades de investigar